Ya no es algo solo reservado a unos pocos aventureros. Por el contrario, luego de haber sido ampliamente usado en otras latitudes, el desembarco de los sistemas constructivos no tradicionales en nuestras tierras ya se ha convertido en una realidad. Son muchos quienes desean construir su nuevo hogar, para ellos y su familia, a partir de sistemas constructivos a los cuales no estamos aún tan habituados.
Los motivos por los cuales esto ocurre son varios, pero generalmente se trata de personas deseosas de descubrir formas de habitar más acordes a nuestros tiempos, a nuestras capacidades tecnológicas y a las necesidades medioambientales.
Entre estas formas no tan comunes de construir una vivienda, quizás una de las más llamativas es la que se realiza a partir del reutiliamiento de los conteiners en desuso de los puertos, esas grandes cajas metálicas que transportan bienes y productos en los barcos transoceánicos.
Las casas contenedores o mejor dicho, esta arquitectura con contenedores metálicos está en alza. El motivo de su creciente popularidad tiene que ver por supuesto con las ventajas que genera como sistema de construcción, pero sin dudas su simbolismo y reflejo innegable del reúso a gran escala es lo que los hace especiales y llamativos. Digamos que reutilizar y reciclar esas viejas moles herrumbradas es todo un gesto y una posición acorde a las necesidades de nuestro medio ambiente.
Este proyecto que vemos hoy, ubicado en la ciudad de Tokio, Japón, está completamente desarrollado a partir de viejos containers, y fue llevado adelante por el estudio de arquitectos Tomokazu Hayakawa quienes han reconfigurado dos de los citados contenedores de transporte para crear un pequeño edificio de uso mixto en una esquina en el barrio Torigoe de esa ciudad nipona.
La composición irregular en el sitio donde se levantó la obra distingue la estructura de su contexto, si bien la apertura hacia el exterior promueve la conectividad con la zona del centro activo, en la planta baja, uno de los volúmenes de 12 metros se divide y separa la vivienda en espacios de la galería flexibles para el acceso público.
Para comprobar que todo es posible con este sistema, los arquitectos dispusieron una segunda vaina con otro container la cual se apila en la cima, generando una planta alta que contiene una pequeña oficina.
A no tener miedo, estas innovaciones no solo son más económicas sino que además generan grandes beneficios en muchos órdenes, tal como lo analizamos aquí.
