Decoración de oficina: cómo ponerle onda al lugar de trabajo

Remodelar el lugar de trabajo siempre es una buena idea para renovar energías. Te contamos qué necesitas saber sobre la decoración de oficina y más.
decoración de oficina

Los lugares de trabajo dejaron de ser espacios fríos y aburridos para convertirse en ambientes acogedores, con buenas dosis de calidez y confort. De ahí la importancia de una buena decoración de oficina, balanceada y cómoda a la vista.

Compartimos consejos para decorar una oficina moderna y sumar bienestar a tus horas del día.

Decoración de oficina

La oficina es mucho más que un mero lugar de trabajo; es el lugar donde muchos pasamos gran parte de nuestro día, cinco días por semana. Procurar que ese espacio resulte acogedor y confortable es clave para nuestra calidad de vida y tendrá efectos concretos en nuestro bienestar.

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Por eso vale la pena tomarse un rato y conocer algunas claves para lograr una decoración de oficina con onda, que combine toques de calidez y buen gusto con orden y funcionalidad.

Decorar una oficina moderna puede ser muy divertido, porque el mercado ha multiplicado los muebles y objetos destinados a los lugares de trabajo. Tiene que ver con un cambio de paradigma interesante.

Es tal la influencia que tiene el espacio de trabajo en el bienestar y la productividad de los trabajadores que cada vez más empresas buscan ofrecer espacios agradables y ponen un marcado esfuerzo en brindar un buen lugar a sus empleados.

Una oficina bien diseñada puede costar un poco más, pero la inversión vale la pena. El impacto en quienes trabajan es súper positivo y se nota en los resultados.

Claves de la decoración de oficina

Un lugar pensado de antemano, con los elementos y objetos básicos bien dispuestos y siempre a mano, con accesorios y muebles confortables y funcionales, nos va a ayudar a resolver de un modo más eficiente cualquier tarea que estemos llevando adelante, reduciendo el impacto negativo de posibles eventos imponderables que nos demoren.

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Muebles y equipamiento de oficina

El tipo de muebles que se vaya a usar en el espacio de trabajo tiene que ir en consonancia con la actividad que se desarrolla en él. Mientras más personalizada sea la elección, mejores resultados dará.

En general, los muebles que se planifican para un lugar de trabajo son una buena silla, un escritorio o mesa y alguna cajonera o espacio de guardado. Cada mueble debe estar pensado para que el usuario pueda atender todas las demandas de su tarea cotidiana sin afectar su físico.

A esta “estructura” mínima, se suelen sumar una biblioteca o estantes y un espacio donde apoyar la impresora o el teléfono o fax. Es importante colocar archivadores y mobiliario de guardado cerca de donde trabajas para no tener que levantarte a cada rato.

Por otro lado, es conveniente contar con un equipo básico formado por un teléfono (con contestadora y altavoz); una computadora, ya sea notebook o de escritorio, y es aconsejable que la mayor parte del equipo no tenga cables, lo que permitirá trabajar sentado o parado, algo que impulsa la creatividad y evita el desorden que genera el cablerío.

Elegir una silla ergonómica

Invertir en una buena silla ergonómica y confortable, que ofrezca un buen respaldo a la espalda y soporte bien las piernas, puede ser el paso más importante para crear un ambiente de trabajo sano y productivo. No sólo prevendrá enfermedades ocupacionales, sino que hará más confortable la jornada.

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Un escritorio de trabajo ergonómico

Los escritorios que generan la superficie de apoyo son un elemento clave a la hora de analizar los muebles convenientes para evitar los problemas de posturas. Lo ideal es que cuenten con espacio suficiente en la superficie de trabajo, de modo que se puedan ubicar todos los elementos necesarios para llevar a cabo la tarea de manera cómoda.

Accesorios lindos y prácticos

Para completar la decoración hará falta sumar adornos y acentos. Lo importante es que no sean mero relleno, sino que tengan un uso concreto, para lo cual es conveniente elegir algunos que ayuden a mantenernos a nosotros enfocados y a la oficina ordenada.

Una opción son los cuadros para las paredes con citas edificantes que alienten a ser productivo. Es bueno también agregar revistas y libros que propios del tipo de trabajo, de modo tal que podamos recurrir a ellos y que sirvan también como decoración.

Las cajas decorativas para guardas cosas pequeñas y canastas de mimbre para papeles y basura son elementos que ponen su toque de belleza cuando están forrados con papeles decorativos. Un calendario también es necesario, se puede escoger uno que tenga imágenes que combinen con la decoración general.

Por supuesto que en entre estos elementos de primera necesidad para el correcto desarrollo del trabajo debemos incluir también un buen tacho de basura (vienen en muy diversos tamaños y colores para combinar), un set de lapiceros y portapapeles y para darle un toque de frescura siempre viene bien incorporar al menos una maceta pequeña con una planta verde y frondosa.

Color de paredes, objetos y muebles

Es mejor elegir tonos acordes a las sensaciones que se desee transmitir. Los colores suaves aportan tranquilidad, relajación y satisfacción para trabajar. Los colores más intensos como rojos, naranjas… se relacionan con el movimiento y el estrés, el ruido, el dinamismo. Y hay otros colores que fomentan la imaginación, como el morado o el verde.

Para la pintura de las paredes conviene elegir un color claro, como el blanco o el crema, para que potencie los efectos lumínicos y espaciales. Si se ve muy monocromático el lugar, se puede inclusive pintar una pared de color fuerte, como el amarillo, un color que tiene muchas tonalidades y es muy luminoso.

La iluminación de la oficina

Instintivamente, sabemos que la luz es importante. Sabemos que no sólo repercute en el trabajo sino también en el propio estado de ánimo de los trabajadores. Aunque la luz ideal es la natural, que se consigue con grandes ventanales y una buena distribución, algunos elementos de iluminación artificial son muy eficientes y otorgan un gran clima a los espacios cerrados.

Hace unos años la iluminación de oficinas consistía básicamente en distribuir tubos fluorescentes por el espacio para alumbrar a los lugares de trabajo; esta regla tácita se ha modificado y la iluminación es motivo de estudio de sinfín de factores, desde el amueblado y los materiales arquitectónicos, hasta la cantidad y calidad de luz que debe dispensarse en un recinto laboral.

Hoy en día podemos distinguir en principio 3 tipos de iluminación para oficinas, cada una utilizada para funciones específicas, por lo que se recomienda disponer de estos tres tipos en nuestro espacio de trabajo:

Iluminación general

Este tipo de iluminación en las oficinas por lo general es bastante homogénea, lo que permite evitar contrastes notorios y reducir las sombras. Las luminarias o artefactos empleados suelen estar ubicadas por encima del ojo, generalmente en el techo (empotradas o en suspensión).

Iluminación puntual

Este tipo de iluminación permite proporcionar a cada trabajador la cantidad adecuada de luz que precise según su actividad. Puede hacerse de dos modos distintos: desde el propio plano de la mesa de trabajo, mediante lámparas o luminarias móviles (el típico flexo de siempre, si bien hoy en día hay muchos otros formatos y sistemas disponibles que entrarían en esta categoría), o mediante luminarias suspendidas o empotradas en el techo, con un ángulo de luz cerrado y concentrado sobre la superficie de la mesa.

Iluminación decorativa

Esta iluminación cumple con otra función clave. Más allá de lo que se necesita para trabajar a gusto, está destinada a crear efectos estéticos, de decoración e incluso teatrales, por lo general con fines comerciales o de imagen corporativa y hacia los posibles clientes.

Si bien no son fundamentales para llevar adelante tareas laborales, siempre apuntalan con su efecto el trabajo desde lo anímico.

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