Secretos y accesorios para iniciarte en el mundo del vino

vino tinto

El Malbec es una variedad de uva morada que se usa, entre otras cosas, para hacer vino tinto. Las uvas tienden a tener un color oscuro y abundantes taninos, y se hicieron conocidas por ser una de seis uvas permitidas en las mezclas del vino de Burdeos, Francia.

Esta uva, en Argentina, se viene consolidando desde hace años como “variedad nacional”. Incluso, hoy en día, se lo identifica como vino autóctono argentino, y si bien recién llegó a nuestro país a mediados del siglo XIX, su plantación no para de crecer.

¿Qué accesorios debés tener para ser un experto?

  1. Buen sacacorcho: es el accesorio fundamental. Un buen amante del malbec tiene siempre uno a mano. A pesar de que existen vinos a rosca, el corcho nunca va a ser reemplazado totalmente.
  2. Termómetro: la temperatura del vino puede producir distintos gustos a la hora de tomarlo. Si alguien está probando uno y su temperatura no es la ideal, puede rechazarlo para siempre. Es por eso que es importante medir los grados de la bebida.
  3. Decantador: algunos vinos necesitan “respirar” un tiempo antes de ser tomados. Esto ocurre, sobretodo, con cosechas antiguas. El decantador permite que el vino se exprese mejor, tanto en aromas como en cuerpo.
  4. Aireador: cumple la misma función que el anterior, pero más rápido. Se coloca en el pico de la botella a la hora de servir para que el líquido pase por un filtro para que se oxigene antes de servir en la copa.
  5. Cortagotas: la función de este elemento poco usual es evitar que las gotas que quedan después de servir manchen la botella, la ropa de los comensales y el mantel.
  6. Tapones: una vez abierta la botella se recomienda tomar toda la botella. Sin embargo, si tenes que guardarla, es muy importante que quede bien sellada para que el vino no pierda su calidad. Existen tapones, la mayoría de silicona que cumplen esa función de manera perfecta.
  7. Copa: es fundamental tener una a la altura de las circunstancias. Una buena copa permitirá que el vino se oxigene bien y además, el catador, podrá olerlo y verlo mejor. Otro aspecto fundamental es que al agarrarla por el tallo evitamos que el vino se caliente.