El milagro de Mama Antula, la nueva beata que puede ser la primera Santa argentina

Fue una verdadera fiesta religiosa en Santiago del Estero, al norte de la Argentina. En una jornada histórica, la ciudad más antigua del país celebró la ceremonia de beatificación de Mama Antula, una mujer laica casi desconocida para el común de la gente, a quien la adjudican haber curado a una monja que sufría una enfermedad terminal.

Se conoce como Mama Antula a María Antonia de Paz y Figueroa, una mujer nacida en 1730 en Santiago del Estero, que pasó su niñez en el campo, en la hacienda paterna y en contacto con los pueblos originarios.

Se le atribuye la curación de una religiosa a quien los médicos le habían pronosticado una muerte segura

Durante su adolescencia, a los 15 años, decidió consagrarse a Dios, tomando el nombre de María Antonia de San José. Mama Antula, como la conocían en su provincia, falleció el 7 de marzo de 1799. Sus restos descansan en la Basílica de Nuestra Señora de la Piedad, en calle Bartolomé Mitre 1524, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

A ella se le atribuye la curación de la hermana María Rosa Vanina, religiosa de la congregación Hijas del Divino Salvador, quien se recuperó de una colecistitis aguda con shock séptico en 1904, luego de que otras las monjas le rezaran a su fundadora por su recuperación. El caso sorprendió fuertemente a la Provincia y, a principios de 1900, distintos Obispos elevaron la causa de su canonización a la Santa Sede.

La causa para su canonización fue la primera presentada ante el Vaticano por el episcopado argentino, a comienzos del siglo XX

De hecho, el testimonio de la hermana Vanina fue clave para avanzar en el proceso. Según figura en la causa, la religiosa declaró el 24 de septiembre de 1906, cuando tenía 31 años. “Agradezco este beneficio de la Providencia Divina y creo fundamentalmente haber sanado por la intercesión de nuestra venerable madre fundadora”, declaró en el expediente canónico de beatificación.

El 2 de julio de 2010, el papa Benedicto XVI autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos la promulgación del decreto que reconoció que las virtudes cristianas en grado heroico y la proclamó venerable. Luego, el 4 de marzo de este año, el Papa Francisco autorizó la promulgación del decreto que reconoce el “milagro” atribuido a la intercesión de Mama Antula.

 

Vida misionera y al servicio de los más pobres

A la nueva beata también se la conoce por su valentía, ya que desafió la expulsión de los jesuitas y prometió dedicar su vida a la difusión de los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola, fundador de la orden de los jesuita.

A los 15 años, se vistió con un hábito jesuita y se puso a predicar y organizar retiros espirituales en distintos pueblos de Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Córdoba y Buenos Aires, donde hizo construir una casa para la difusión de los ejercicios jesuitas.

La beatificación es el paso previo a la canonización, que podría convertir a Mama Antula en la primera santa del país. De ahora en adelante, su fiesta seráa celebrada el 7 de marzo, fecha de su muerte, en 1799.