Construyen un “nido” para fomentar la conciencia ecológica de los chicos

Este edificio-guarida es un centro de aprendizaje para chicos, que proporciona una amplia gama de actividades de entretenimiento para ellos y al mismo tiempo busca elevar su nivel de conciencia ecológica.

Este espacio ofrece un Auditórium/Cinema para películas, conferencias y obras de teatro, una biblioteca con libros sobre las tradiciones locales y de permacultura, además de una sala de arte y una sala de música y sala de moda dando así a los niños educación creativa y ecológica jugando.

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Forma parte de una serie de edificios ecológicos pertenecientes a un complejo recreativo, el Soneva Kiri que está ubicado en Koh Kood, una isla en el Golfo de Tailandia. Ahí, el estudio holandés 24H, dedicado al desarrollo de arquitectura sustentable ideó esta propuesta que busca ser ícono edilicio para contribuir a las ambiciones en diseño y ecología de este centro.

Se encuentra en una ladera rocosa cerca del mar y está inspirada en una manta raya construida de bambú, que se encarama en una posición elevada con el fin de ofrecer magníficas vistas sobre la bahía. La estructura y el techo están hechos de bambú tailandés, lo que contribuye aún más al enfoque ecológico del resort.

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El interior está hecho de madera de la zona y elementos estructurales de ratán para los domos interiores. Al lado de la refugio, el sitio ofrece un espacio-dormitorio para los niños pequeños (con bolsas de dormir) y baños, así como una sala de cocina con huerto para que los niños preparen su propia comida con un chef invitado.

El diseño adopta todos los aspectos bioclimáticos requeridos frente a su entorno tropical húmedo. Los voladizos de techo de hasta 8 m actúan como un gran paraguas que entrega sombra y protección frente a las fuertes lluvias. El diseño abierto con cubierta translúcida elevada permite el flujo de aire natural en el interior y el ingreso de la luz natural, limitando el consumo de energía del edificio.

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Acompaña a este edificio particular una familia de esculturas en el bosque, donde se desarrollan las distintas actividades antes mencionadas de este espacio infantil y que aparece como un montón de nidos de avispa colgando entre los árboles.

Cada estructura está hecha de un tejido y una estructura neta de cañas de bambú. El comedor ubicado entre las copas de los árboles es una cesta con 4 asientos, revestido con mimbre de coco, que puede levantar a los invitados hasta la parte superior del árbol para una cena al atardecer con una vista magnífica del horizonte del Golfo de Tailandia.