Las prohibiciones de Singapur: idiosincrasia del país asiático

Aunque es un país del 1er mundo, en el que una de las lenguas oficiales es el inglés y donde el turista es muy bienvenido, hay prohibiciones que vale la pena conocer antes de viajar

Actualizado: 30 de mayo de 2020

Singapur es vibrante y sorprendente, una ciudad, isla y nación con casi 5 millones de habitantes, que junto con Bangkok y Hong Kong, es actualmente uno de los estandartes del Sudeste Asiático.

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Desde que Singapur se independizó de Malasia, supo que para destacarse en un continente como Asia, lo mejor era diferenciarse del resto.

Si la visitás, verás que lo mejor de la ciudad es su ambiente único e inigualable. Singapur es una ciudad donde encontrarás gente cualquier día a cualquier hora: conciertos, eventos y hacer vida de calle, ya que es algo común para todos los habitantes de la ciudad.

El nivel de vida de esta República, equilibra la balanza en la región, al ser muy superior al de países como Indonesia, Malasia, Tailandia, Camboya, Laos o Myanmar.

De cualquier manera, la realidad de Singapur refleja un país con una idiosincrasia muy particular que todo viajero debe conocer antes de visitar la isla.

Si querés ahorrarte problemas, no dejes de leer este listado de prohibiciones:

Drogas y sustancias ilegales: Singapur no es Ámsterdam y es necesario advertir que el tráfico o consumo de drogas en Singapur supone un delito por el que podrías ser  condenado a pena de muerte.

No mascar chicle: Su venta está prohibida y quien intente introducir chicles de contrabando (más de dos paquetes por viajero) se puede enfrentar a una pena de un año de cárcel y multa de 5.500 dólares de Singapur (3.700 euros).

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Que no se note si sos homosexual: la pena es de hasta dos años de prisión. Tan retrógrada ley solo se refiere a los hombres. De las mujeres no dice nada, ya que la reina Victoria de Inglaterra se negaba a aceptar que existía la homosexualidad femenina.

No abrazarse en público: nada más allá que la simple muestra de afecto está prohibida con cárcel. Ni hablar de la prostitución y pornografía.

Cuidado con tirar basura en la calle: cualquier tipo de basura, colillas incluidas, significarán una multa de 2.000 dólares (1.350 euros) la primera vez, de 4.000 dólares (2.700 euros) la segunda y de 10.000 dólares (6.700 euros) si continúas. En 2014 se emitieron cerca de 19.000 multas de este tipo, el 31% de ellas a personas no residentes.

No comer ni beber en el Metro: ni agua, por mucho calor que haga. La multa es de 500 dólares singapurenses (335 euros). Las normas para los usuarios en el metro en Singapur son infinitas. Se llegó a multar a un estudiante por utilizar uno de los enchufes para cargar su móvil mientras esperaba a un amigo.

No cruzar la calle por donde no se debe: si a menos de 50 metros hay un paso de peatones y no se utiliza, el infractor se enfrenta a una multa de 1.000 dólares de Singapur (670 euros) o a una pena de tres meses de prisión. Para los reincidentes, 2.000 dólares de multa (1.345 euros) y hasta 6 meses de cárcel.

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No fumar en lugares públicos: de 200 a 1.000 dólares de Singapur (entre 135 y 670 euros), si sos declarado culpable en un tribunal. Además, solo se permite entrar al país con 400 gramos de tabaco (un paquete de cigarrillos). Quienes rebasen el límite deberán cuidarse de no ser observados fumando cigarrillos sin la marca estatal: la multa puede ser de hasta 40 veces la cantidad de impuesto evadido y/o hasta seis años de cárcel.

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Pese a la desfasada vigencia de alguna de estas normas y al severo castigo por su incumplimiento, lo más importante a la hora de visitar Singapur es dejarse llevar por su espíritu conciliador. Un espíritu que tiene más vigencia que nunca:

Singapur ha conseguido que hindúes, judíos, musulmanes, cristianos, budistas o taoístas vivan en paz y armonía durante 50 años

Teniendo en cuenta estas limitaciones, Singapur te mostrará lo mejor de oriente y de occidente. Con una población formada principalmente por chinos, indios y malayos, además de muchísimos extranjeros, que viven y trabajan en la ciudad-estado, Singapur ofrece la posibilidad de entrar en contacto con una enorme diversidad étnica y cultural.

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Poder pasar la mañana en un barrio hindú, la tarde en un barrio de fuerte influencia musulmana y la noche en otro donde se mantienen las raíces chinas, todo sin dejar de hablar inglés, no tiene precio. Uno de los idiomas oficiales es el inglés, por lo tanto no tendrás el problema que surge en otros países de Asia, y además, de día o de noche, verás que Singapur es una de las ciudades/países más seguros del mundo.

Tomando los cuidados básicos universales, disfrutarás en Singapur de un viaje sin ningún estrés.

 

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