En agosto, Microsoft sacó al mercado la segunda ola de su actual generación de consolas de juego, lanzando su aclamada Xbox One S a una audiencia ampliamente receptiva. Ahora, Sony está devolviendo el fuego con la PlayStation 4 Pro, una versión actualizada de la PS4 estándar, que – al igual que la máquina de Microsoft – está diseñada para sacar el máximo provecho de la próxima era de los televisores 4K.
A diferencia de la Xbox One S, en este caso no hay un cambio estético radical. La PS4 Pro se parece a una versión verticalmente alargada de la PS4 regular, con bordes ligeramente curvos que le da un contorno más suave. Con 295 x 327 x 55mm, es más grande y más pesada que el nuevo PS4 Slim y que el modelo original. Los botones de encendido y expulsión están ahora en extremos separados del frente para evitar las confusiones al presionar uno u otro.
Viene con un cable HDMI, controlador DualShock y cable de alimentación, el PS4 Pro ya viene con todo lo que necesita para funcionar y el proceso de configuración lleva segundos. El proceso permite transferir fácilmente y salvar el estado en el que se encuentra uno en todos los juegos que viene manteniendo- siempre que se la conecte a la misma red wi-fi.
La PS4 Pro ofrece una versión considerablemente más potente de la arquitectura básica PS4. La unidad de procesamiento central ha tenido un aumento de velocidad del 30% de 1,6 GHz a 2,1 GHz, mientras que la unidad de procesamiento gráfico ha saltado Desde 1,84 TFLOPs (trillones de operaciones de punto flotante por segundo) en la máquina original a 4,2 TFLOPs, lo que supone un importante aumento de rendimiento.
Todo esto es necesario para que las imágenes visuales del juego -y la ejecución del streaming de vídeo- tengan una resolución de 4K ultra HD, en lugar de la resolución HD de 1080p soportada por los modelos más antiguos. Esto es básicamente lo que PS4 Pro mejora, la fidelidad de gráficos.
El Pro también ofrece un puerto USB adicional en la parte trasera (práctico para el auricular PlayStation VR) y trae de vuelta el puerto óptico digital para la conexión a ciertos auriculares y receptores de AV.
La tecnológica japonesa ha definido este movimiento como la apertura de una gama de hardware que satisfaga a la vez las demandas de quienes quieren acceder a los videojuegos a un precio razonable y de quienes desean una experiencia más pulida.
