Un grupo de científicos desarrolló un chip de madera para móviles

Casi 42 millones de toneladas de basura electrónica se generaron en el mundo durante un año. Esto se debe principalmente a que el 70% de los productos electrónicos que ya no se utilizan terminan en la basura. El principal problema que esto acarrea es que los residuos electrónicos filtran sustancias químicas tóxicas en el medio ambiente circundante.

Fue buscando una solución a esto que un grupo de investigadores han desarrollado un chip semiconductor de alto rendimiento hecho de nanofibrilla de celulosa (CNF), una sustancia abundante en la naturaleza que se extrae de la misma madera que se utiliza para fabricar papel.

La superficie del circuito integrado fue cubierta con epoxi, un componente que lo impermeabiliza y evita su expansión y contracción por efecto del calor, unas de las características principales que debe cumplir el chip para su eficiencia.

Si bien la madera es un material que absorbe o expulsa humedad de acuerdo a las condiciones atmosféricas y podría atraer la humedad del aire y expandirse, “con un revestimiento epoxi en la superficie de la CNF resolvimos tanto la suavidad de la superficie como la barrera contra la humedad”, afirmó Zhiyong Cai, líder del proyecto.

“La mayoría de los materiales que forman un chip son para soporte. Usamos menos de un par de micrones -la milésima parte de un milímetro- para todo lo demás”, afirmó por su parte Zhenqiang Ma, profesor de ingeniería eléctrica e informática de la UWC y miembro del equipo.

Según explicó, “estos chips son tan seguros que se pueden poner en el bosque y los hongos se encargarán de degradarlos”.

El trabajo del equipo pretende demostrar un proceso más ecológico respecto de los chips existentes. La mayoría de los dispositivos inalámbricos actuales utilizan un componente llamado Arseniuro de galio, que contiene arsénico (tóxico para el medio ambiente), cuyo riesgo de contaminación aumenta cuando los dispositivos electrónicos inalámbricos son desechados.

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