Solo 30 años nos separan del 2050, lo que significa que está lo suficientemente cerca como para que podamos imaginar cómo será la vida en ese entonces, pero lo suficientemente lejos para que no podamos afirmar con certeza cómo se verá.
Tal vez por eso 2050 es el año que Kaspersky Lab, la importante empresa de seguridad informática, optó por imaginar para su nuevo mapa interactivo y futurista. El mapa, llamado Tierra 2050, imagina cómo será nuestro mundo en tres décadas.
El proyecto permite a los usuarios explorar cómo las diferentes ciudades alrededor del mundo podrían verse en 2050, 2040 y 2030. Es como un Google Street View pero del futuro. Cada ciudad y experiencia está equipada con predicciones de expertos de Kaspersky, futurólogos y visitantes del sitio.
Las predicciones van desde lo creíble (los humanos vivirán en edificios llenos de comodidades para que nunca necesiten salir de sus hogares) a lo extraño (los baños analizarán nuestras deposiciones) y hasta lo deseado (los chicos podrán elegir a qué hora van a estudiar gracias a los maestros-hologramas emergentes).
Los desarrolladores consideran que la humanidad vivirá en departamentos minimalistas de ensueño, con artículos del hogar que podrán realizar escaneo de funciones vitales, televisores integrados a la pared, autos eléctricos y naves para trasladarse, entre otros sorprendentes artilugios que se podrán encontrar dentro de tres décadas.
Entusiasma ver ciudades como Barcelona en 2030. Inicialmente sorprende la presencia de coches eléctricos y la arquitectura elegante que no es totalmente irreconocible. Diez años más adelante sigue siendo un paisaje familiar. Sin embargo, en la marca de 2050, se puede notar algo un poco extraño en el horizonte español. Algo que es, sin duda, una nave espacial alienígena. O una nave espacial humana dispuesta a partir.
El mapa interactivo también muestra algunas terribles consecuencias del calentamiento global que podrían ocurrir en el planeta Tierra. Ciudades como Dhaka (Bangladés) terminarán completamente sumergidas bajo el océano.
Por ahora son pocas las ciudades incluidas en el mapa, pero los creadores han abierto la posibilidad de participación pública para que los usuarios puedan contribuir al desarrollo del proyecto con sus ideas.