Se llama Francis y nació con todo el viento en contra, y más también. Dejó el vientre de su madre con sólo 5 meses de gestación. “Era el bebé más enfermo y frágil del mundo”. Los médicos le dijeron a sus padres que tenía 15% de posibilidades de sobrevivir. Y que tenían que tomar la decisión de no hacer nada o de hacer todo. “Queremos darle una oportunidad más”, dijeron sus padres. Y, junto al equipo médico, le pusieron alma y vida al desafío de contradecir todos los pronósticos y confiar. Fueron 118 días de internación, de batalla, de altibajos, de sentirse fuertes y de caer en picada a lo más hondo. Hasta que el papá del pequeño Nemo -sí, sí, el pecesito payado de la película de Pixar- les devolvió la esperanza. Les mostró el horizonte y no pararon hasta llevar a su bebé a casa.
Mirá el video y confiá en que -más allá de promedios y pronósticos- la vida, Dios, la naturaleza o cualquier otra fuerza en la que creas, tiene siempre la última palabra.
Toda vida es muy valiosa. Todo lo que nos sucede tiene un propósito. Simplemente, sigue nadando.
Posted by Adolescentes con Personalidad on Monday, January 16, 2017