Una maravilla de la naturaleza sucede con el caballito de mar: el embarazo entre los hipocampos es una responsabilidad del padre.
Parejas de caballitos de mar macho y hembra se reúnen en el inicio de la temporada de cría, que por lo general dura desde la primavera hasta finales de otoño. Los científicos no saben exactamente cómo eligen compañeros, pero “es razonable que utilicen una combinación de señales visuales y químicas”, dice Adam Jones, biólogo de la Universidad de Texas.
“Cada mañana, los hipocampos macho y hembra se reúnen repetidas veces para bailar”, reforzando sus lazos de pareja, explica Amanda Vincent, bióloga marina de la Universidad de Columbia Británica, y fundadora del grupo conservacionista Project Seahorse.
Estos animales cambian de color mientras se mueven, a veces con las colas enlazadas.
Después del baile, donde la pareja sincroniza sus movimientos y nadan juntos alrededor, la hembra tiene por misión dejar sus huevos en un minúsculo orificio de la bolsa incubadora que el macho tiene en la parte delantera de la cola.
Después de que el macho recibe los huevos de su pareja, libera su esperma en el agua de mar. El esperma encontrará rápidamente su camino en la bolsa del macho, aunque los científicos no están seguros de cómo lo hace.
El padre fecundará los huevos y los incubará por un período de dos meses. Luego, mientras los embriones se desarrollan, la bolsa incubadora se agranda dándole al macho un tierno aspecto de embarazado.
Después de solo 2 semanas el macho pare sus crías, completamente independientes y la hembra “ya tiene nuevamente huevos listos para entregar”. La pareja vuelve a aparearse de inmediato y este ciclo continúa durante el resto de la temporada de cría.
La gestación masculina significa que “el macho está seguro de ser el padre”, dice Vincent. Tal vez por eso los machos están tan involucrados en el proceso.
