No solo podemos describir al amor como un sentimiento o una emoción hacia una persona o un objeto. También consiste en una reacción hormonal que activa ciertas zonas de nuestro cerebro, las cuales estimulan nuestro comportamiento a la hora de relacionarnos.
Te contaremos cuáles son los diferentes tipos de amor que existen y cuáles son las regiones cerebrales que se activan con este encantador sentimiento.
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Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. En definitiva, en estas tres primeras entradas de las 14 que tiene la palabra amor, todas hacen referencia a un otro y en ningún caso a uno mismo, si bien el amor propio tiene su propio lugar.
De acuerdo a la psicología, existen seis tipos de amor. Estos son Storge, Pragma, Eros, Ágape, Ludus y Manía. A continuación, te contamos qué representa cada una de ellas:
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Según la Real Academia Española (RAE), el amor es un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
Lo habitual es que las relaciones amorosas experimenten diferentes tipos de amor en su evolución y que las personas pueden vivir uno o varios tipos de amor a lo largo de su vida en una relación o en varias. En el amor, son muchas las regiones cerebrales que se activan, especialmente las relacionadas con la recompensa y la motivación.
Al estar ante la persona amada o pensar en ella, se activa el hipocampo, el hipotálamo y el córtex del cíngulo anterior de modo que se reduce la ansiedad y el comportamiento. Otro punto positivo es que se incrementa la confianza en la pareja.
Por otro lado, también hay áreas que se desactivan y son aquellas responsables de las emociones negativas o de los juicios hacia el otro: la amígdala y el córtex frontal.
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Frente al amor eterno, platónico, roto, desesperado, puro o incondicional de las canciones y de los poemas, hay quien se muestra mucho más escéptico manteniendo el corazón como órgano que bombea sangre y el amor como un cóctel de hormonas destinado al mantenimiento de la especie.
La realidad es que la concentración de oxitocina y vasopresina, las hormonas más ligadas al amor, aumentan durante las fases intensas del amor romántico y actúan sobre numerosos sistemas del cerebro estimulando la liberación de dopamina por el hipotálamo y segregando felicidad.
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