Los millennials administran mejor su economía que sus padres o abuelos

Contrario a lo que se dice de ellos, un estudio demostró que manejan mejor su dinero que las generaciones anteriores

No todo su mundo gira alrededor de tostadas con palta y cafés de Starbucks. Los más jóvenes son mejores administrando el dinero que la generaciones anteriores.

Los “millennials” -o Generación Y- son más constantes y trabajadores de lo que piensa la mayoría y un estudio demostró que superan a sus padres o abuelos en establecimiento de metas, planificación financiera, ahorro e inversión.

Un análisis de la CNBC demostró que en estas categorías, los jóvenes de entre 20 y 35 años obtuvieron un puntaje del 51 por ciento. Mientras los “baby-boomers” consiguieron 49 puntos porcentuales y la “generación X” solo alcanzó un 45 por ciento.

Los más jóvenes superan a sus padres o abuelos en establecimiento de metas, planificación financiera, ahorro e inversión.

Además, un 34 por ciento de los más jóvenes aseguró que tiene un plan financiero por escrito en comparación con el 21 por ciento de la generación X y el 18 por ciento de los mayores de 55 años.

Desterrando prejuicios

El estudio resalta que los millenials tienen planes financieros más sólidos y a largo plazo, están comprometidos con su dinero, son más emprendedores y tienen conductas positivas en relación al ahorro.

El comportamiento de los más jóvenes puede estar relacionado a un acceso sin precedentes a la información. Los millennials poseen muchos más conocimientos económicos que las personas mayores, lo que los hace más conscientes en cuanto a su equilibrio financiero.

El comportamiento responsable de los más jóvenes puede estar relacionado al mayor acceso a la información.

Gustos son gustos

Si bien los más chicos demostraron contar con un presupuesto familiar -especialmente aquellos que superan los 30 años-, reconocieron que suelen gastar sus ahorros en consumos más inmediatos.

Esto quiere decir que tienen un mejor manejo de su economía pero eligen realizar gastos relacionados a la vida diaria.

El 60 por ciento de los jóvenes admitió que puede gastar sus ahorros en comidas y café y el 76 por ciento aceptó que puede usarlos para comprar el último teléfono de moda.