¿Cómo activar la puerta de tu casa para bloquear la mala onda y dejar pasar la buena energía? La conocida Ley de Atracción Universal de la metafísica sostiene que el universo crea y proporciona aquello en lo que los pensamientos se centran.
Digamos que, si estoy de mal humor y no puedo revertir este estado a lo largo del día, seguramente, llegada la noche, el resumen de mis vivencias no será muy positivo. En Feng Shui, consideramos que las casas sostienen día a día sus propias afirmaciones, ellos resultan justamente de las emociones y creencias de quienes las habitan.
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Las afirmaciones ambientales de una vivienda se expresan a través de un lenguaje espacial muy rico y expresivo: colores, organización y distribución, materiales, símbolos, decoración. Este lenguaje es reflejo del mundo interior de los habitantes, y también crea o atrae determinadas energías y circunstancias.
El sector que hoy nos ocupa, el área de entrada a la casa, funciona como la boca de egreso e ingreso del Qi (energía vital). Hay que prestarle mucha atención porque simboliza, además, nuestra actitud ante el presente, y nuestro modo de salir al mundo. Hay un dicho que dice ‘así como te ven, te tratan’ que bien aplica este proverbio al área de entrada.
Para que active pensamientos positivos nuestra puerta principal debe sentirse sólida, en buen estado de pintura y funcionamiento (cerraduras, picaportes, bisagras).
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El timbre y la numeración simbolizan aquello que permite a las oportunidades encontrarnos, para que llamen a nuestra puerta. Entonces deben estar en perfecto estado para que atraigan los mejores potenciales futuros.
La luz en el sector de entrada, hall o pasillo, activa el Qi, lo levanta y fortalece. No se debe acumular por horas la oscuridad porque esto deprime el área haciéndola vulnerable a energías externas negativas. Si el lugar tiene las condiciones ambientales adecuadas, poner plantas sanas en el acceso a la casa es muy beneficioso, las plantas indican vida, crecimiento, aportan calidez y salud.
El sector de acceso siempre debe estar despejado, nada debe interrumpir el paso. Hay personas que usan el zaguán o el hall para poner trastos y esto bloquea el flujo del Qi y nos indica que hay trabas para estar plenamente en el mundo.
La limpieza de pisos que suelen ser transitados por diferentes personas ajenas al hogar es fundamental. Recomiendo una vez por semana trapear los pasillos y escaleras con una solución de agua y vinagre blanco. Podemos añadirle jugo de limón o algún aceite esencial de buena calidad con aroma a cítricos o menta, que dejarán una atmósfera fresca y positiva contagiosa.
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Es importante experimentar una sensación reconfortante al salir y al entrar de casa, porque nos predispone positivamente, no solo a los habitantes de la casa, sino también a las visitas.
Soy defensora de recuperar un hábito olvidado, el de baldear la vereda. Un ritual bien de barrio que se fue delegando en los encargados de edificios o directamente se ha perdido. Yo sugiero volver a esta costumbre y darle una intención consciente de quitar las malas vibras de la vereda.
Aunque vivas en un edificio, te desafío a baldear (en horario permitido) a fondo la vereda de tu domicilio, los vecinos estarán agradecidos. Comenzá barriendo con escoba desde la entrada hacia el cordón de la calle, poné en un balde agua tibia y un kilo de sal gruesa y medio litro de limón (puede ser de botella), barré humedeciendo el piso con esta solución. Luego enjuagá baldeando con agua y vinagre a partes iguales.
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Así se quitan adherencias energéticas de largo tiempo depositadas en el área de ingreso al hogar, y que terminan ingresando a casa en las suelas de los zapatos.
Para recrear una atmósfera de bienvenida y protección, además de las indicaciones fundamentales anteriores, podemos incluir algunos objetos que irradien Sheng Qi (energía positiva) y a la vez actúen como filtro energético.
Por ejemplo, un felpudo de bienvenida en forma de contorno circular, con una palabra o frase positiva, cuadros de flores o campos en colores alegres sobre las paredes de los pasillos, lámparas de pared que ayuden a levantar el Qi en pasillos largos y oscuros donde la energía se acelera o decae.
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Un par de leones guardianes o perros Fu, uno a cada lado de la puerta (del lado de afuera) y un espejo Pakua cóncavo en el centro del marco superior externo de la puerta, protegerán contra energías intrusas hostiles y dañinas. Estos son símbolos chinos de protección usados por el Feng Shui desde hace miles de años.
Sin embargo, si lo preferís, podrías usar algún símbolo de tu agrado que represente la protección y bendición del hogar: puede tratarse de una geometría sagrada, un cartel con una frase motivadora (“aquí se vive en armonía”, por ejemplo), o el bello Sutra del Corazón, de origen budista, entre algunas opciones posibles. Hoy día hay vinilos, relieves o cuadros muy accesibles a todos. Pero atención, no sobrecargues, siempre hay que ser sutil y estar en armonía con el entorno que rodea.
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Además de los aromas ya mencionados, los sonidos también cuentan. Los carrillones o campanillas pueden añadir una vibración sonora que armonice el área de acceso. No siempre se cuenta con el espacio para colgarlos, hay que considerar que el sonido sea agradable para todos y no moleste, esto dependerá de las dimensiones del carrillón (cantidad de varillas y material) y su contexto (dimensiones, ventilación).
Si la puerta emite chirridos o se golpea con frecuencia, soluciona este problema ya que emite un Qi distorsionado. Si el área de acceso cuenta con luz solar, se pueden colgarcristales facetadosde alguna viga o gancho del techo. Estos cristales irradian el espectro del arcoíris cuando reciben los rayos, provocando un efecto muy bonito y benéfico.
Según una leyenda china, si la puerta principal de una casa está descuidada, los dioses de la fortuna y la buena suerte pasarán de largo. El frente de una casa y su puerta son la cara que se muestra al exterior, constituyen la primera impresión que se llevan los demás sobre nuestro hogar y reflejan también una cierta actitud frente a la vida.
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Para el Feng Shui el aspecto y el estado en el que se encuentran la puerta de entrada, así como los palieres y los recibidores predisponen mentalmente desde el vamos.
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