Las mamás de mujeres saben que el cuarto de las nenas es un territorio difícil de intervenir, sobre todo a medida que avanza la edad. Las pequeñas tienen el sentido de la moda y la decoración más desarrollado que los niños y defienden sus gustos a rajatabla. Sobre todo en la adolescencia, hay mucho que negociar. Por eso es importante pensar opciones para cada edad y generar espacios que puedan ir cambiando con los años sin hacer grandes gastos. Para facilitarte las cosas, te contamos cómo decorar una habitación de niña en cada etapa y disfrutar de la aventura de lookear un rincón lindo y femenino.
Antes de empezar, es importante saber que los códigos de lo femenino se han flexibilizado y la moda es menos rígida y más diversa. Las nenas ya no son sinónimo de rosa ni muñecas y hay muchas opciones que podemos experimentar. Hay mucha libertad y vale la pena disfrutarla.
Es importante saber que los niños pasan mucho tiempo en sus cuartos y que son su espacio dentro del hogar, un lugar contenedor por excelencia: su cama es su rinconcito amable del mundo. Los dormitorios infantiles son el lugar en el que los niños y niñas empiezan a soñar, despiertos y dormidos. Por eso es esencial que esos espacios estén llenos de detalles que dejen volar su imaginación, creando un ambiente donde puedan jugar y recrear experiencias.
Al diseñar un dormitorio infantil hay que atender dos necesidades claves: confort para el niño y funcionalidad para los padres. Es importante que los dormitorios infantiles cuenten con el espacio suficiente como para que los niños puedan jugar, y también que los muebles de la habitación se adapten a la altura y edad de los pequeños.
Algunas cuestiones a tener en cuenta:
Una de las claves de la decoración de un cuarto infantil es la pintura, que suele ser el elemento distintivo porque es un lugar que adopta colores variados con total naturalidad. Es más: en los últimos años, el rosa fue desplazado de su reinado dando lugar a diseños con mucho verde, violeta, fucsia y turquesa, entre otros.
Los colores en tonos pastel siempre lucen bien. Queda lindo incluso cuando se combinan distintos colores y tonalidades, porque se genera un espacio acogedor y divertido.
Un buen recurso para darle vida a las paredes son el empapelado o las guardas. Vas a encontrar todo tipo de motivos para decorar el cuarto de la princesa de la casa: estrellas, nubes, animales o lunares. Hay muchísimas ideas estupendas que hacen que la habitación se transforme por completo.
Hasta hace unos años no había demasiadas alternativas y elegir una cama para nuestros hijos demoraba diez minutos. Pero hoy asomarse a ese universo es sorprenderse y mucho: la cantidad de diseños, alternativas y colores es enorme. Además, para solucionar temas de espacio, hay muchas opciones para resolver cama, escritorio y lugares de guardado en un mismo mueble, algo que facilita las cosas, abarata los costos y genera rincones acogedores que las nenas adoran.
Algo clave es pensar, en lo posible, en que haya una cama de más, aunque sea una cama carrito. Las nenas adoran invitar a alguna amiga a dormir y si no lo prevés pronto te vas a encontrar con ese problema. De última, podés comprar una cuya “cama de abajo” funcione también como cajonera o baulera y tenés un espacio de guardado extra.
Respecto a los colores, a veces nos tentamos con camas de tonos intensos, pero si querés algo que dure muchos años lo ideal es blanco o color madera, porque luego, en general, cansan. Si optás por el blanco podés jugar mucho más con los acolchados, almohadones y otros accesorios.
Cada vez más, los fabricantes de muebles infantiles y juveniles tienen en cuenta la funcionalidad añadiendo a sus modelos camas estantes, cajones, camas supletorias para las visitas de amigos y otros complementos que suelen ampliar el espacio y crean un combo práctico y muy bien logrado a nivel estético.
También se usan mucho los cubos y cajones con ruedas, los percheros y los escritorios infantiles. Y las bibliotecas suelen usarse para libros, peluches, cajitas y más.
Las opciones para decorar un cuarto de nena son tantas que podemos convertir la misión en una aventura súper creativa. Desde espejos, vinilos y cortinas hasta lámparas, cajones rodantes y portarretratos, son tantas las cosas lindas que vamos a tener que poner freno de mano para no sobrecargar el ambiente. Algunas ideas que quedan súper bien:
Los vinilos son el último grito de la moda en decoración y se usan muchísimo en dormitorios de nenas porque es una manera súper barata y práctica de personalizar un espacio. Hay muchísimos sitios donde podés comprar este tipo de “stickers” para la pared y son realmente accesibles. Si te das maña, podés hacer un diseño propio y encargarlo.
Una bondad genial de los vinilos es que podés cambiarlos cada tanto y renovar totalmente un espacio con una mínima inversión.
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