Cuando hablamos de decoración, el gusto y la funcionalidad se vuelven los ejes sobre los cuales decidimos qué muebles, colores, objetos y accesorios incluir en cada ambiente. Necesitamos que todo esté a tono con el estilo que queremos imprimir sin subestimar su función. Son dos cuestiones que tenemos que tener muy en cuenta al definir los modelos de cortinas para ventanas.
Elegir bien las cortinas es fundamental porque no son un accesorio más. Visten el ambiente y estimulan emociones, regulan la privacidad, suman o quitan luz y tienen un gran impacto en la temperatura del lugar.
Definir qué telas, qué modelos y qué sistemas convienen para cada ambiente de la casa es clave en la decoración y la funcionalidad de ese espacio. La tarea no es sencilla porque en el mercado hay muchas alternativas y cada una tiene el poder de cambiar totalmente el efecto visual del conjunto.
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Aunque existe una amplia variedad, la tendencia de decoración en el diseño de cortinas cambia constantemente. Hay distintos modelos y sistemas, que se complementan con diferentes tipos de tela.
Las cortinas clásicas siempre están vigentes. Ofrecen una ambientación elegante que va con las características de cualquier hogar y ventana. Ya sea un despacho o un living con un gran ventanal, una manera clásica y fina de vestir al ambiente es utilizando una cortina tradicional, que revista y complemente el resto de la decoración.
Una de las mejores características de las cortinas clásicas es que no pasan de moda y pueden acomodarse de distintas maneras. Inclusive se pueden complementar con otras telas, ofreciendo la posibilidad de controlar la luminosidad y la ambientación de manera sencilla y rápida.
Son de fácil instalación y pueden ser colocadas con varios tipos de sistema: riel europeo, barral, tensor, etc.
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Son una de las cortinas más prácticas, económicas y elegantes a la hora de decorar la ventana porque ofrecen funcionalidad y sencillez y se han vuelto más económicas en los últimos años.
Las cortinas roller constan de un mecanismo que se acciona de forma manual, permitiendo levantarlas y bajarlas tirando de una cadena de metal o plástica (las de metal son más caras, pero duran más). Son súper estéticas y funcionales porque ocupan muy poco espacio en la ventana y, además, le dan un toque moderno al ambiente.
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Pueden ser utilizadas en espacios de difícil acceso gracias al delgado tubo en el que se enrollan y desenrollan. Se pueden usar incluso en el baño, ya que resisten muy bien la humedad. Además, como están fabricadas con un suave recubrimiento de PVC, se pueden lavar muy fácilmente.
Las cortinas blackout se convirtieron en el must de la decoración porque aportan numerosos beneficios tanto para los que viven en la ciudad como para los que tienen un hogar más campestre. Su mayor mérito es cortar hasta el mínimo destello de luz que pueda venir del exterior y lograr oscuridad total en la noche.
A su vez, los diseñadores argumentan que tiene una ventaja extra que tiene que ver con la regulación de la temperatura del ambiente, ya que ayudan a ahorrar dinero en calefacción. Esto tiene que ver con que tienen propiedades de retención térmica y mantiene el calor de la casa, evitando el descenso de temperatura.
Se cree que se puede ahorrar un 20% del gasto anual de calefacción gracias a la instalación de este tipo de cortinas. Según los expertos, se puede perder hasta el 80% del calor a través de las ventanas, mientras que las blackout ayudan a retener un 30% de ese calor ambiental que se va hacia afuera.
A su vez, por su grosor y por los materiales con que se construyen, ayudan a disminuir el ruido del exterior.
En los últimos años, se han puesto muy de moda los blackout impresos, que se usan mucho en cocinas y en dormitorios infantiles.
Las cortinas romanas son un panel de tela liso que se pliega verticalmente, formando un acordeón, gracias a un sistema de varillas horizontales cosidas a intervalos regulares por dentro de la tela, permitiendo enrollar o desenrollar por medio de un cordón. Estas varillas sirven para mantener la tela tensa y así los pliegues se forman sin problema.
El mecanismo se maneja manualmente por medio de un cordón. Este tipo de cortinas son realmente ideales para cuando se quiere cubrir la ventana únicamente, sin necesidad de llegar al suelo por ejemplo. Se recomienda colocar este tipo de cortinas para ventanas fijas o corredizas, y no son nada prácticas en ventanas que se abren hacia adentro.
Las persianas o cortinas venecianas, también conocidas como americanas, son una opción excelente y diferente para cubrir los ventanales, y al mismo tiempo dar privacidad permitiendo a la vez el paso de la luz con un encanto súper especial.
En general, están fabricadas en aluminio, PVC o madera y formada por lamas de mayor o menor grosor que se suben o bajan mediante cordeles y se pliegan o extienden gracias a unas varillas que actúan como guías. Esas lamas son flexibles y pueden oscilar para permitir que entre más o menos luz del exterior al lugar.
Además, pueden ser horizontales o verticales. No son del todo ideales donde las temperaturas son muy bajas, ya que en climas fríos es más favorable el empleo de textiles frente al de plásticos o metales más ligeros, que son más óptimos para climas secos.
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Las cortinas de paneles consisten en elegantes paneles de tela que se deslizan de lado a lado sobre rieles de carriles múltiples, ideales para cubrir grandes ventanales o armar distintos sectores.
Se elaboran a medida del cliente y a la disposición del ambiente, definiendo así la cantidad de paneles a confeccionar. Al ser planos, aportan amplitud y gran personalidad a los espacios.
Su colocación puede ser de techo o pared, ocupando todo el ancho y alto de la ventana, permitiendo filtrar la luz de manera más abarcativa. El movimiento de los paneles puede ser unilateral, bilateral o central de acuerdo a la necesidad y gusto de cada cliente, y la combinación de géneros y colores entre los paneles es infinita, lo que otorga un toque personal a cada cortinado.
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¿Qué preguntas hacernos para definir? Qué tipo de estilo queremos, para qué habitación, qué luminosidad pretendemos de ese espacio, para qué lado abre la ventana, etc. Nada puede quedar librado al azar si queremos que el resultado sea el esperado.
Las cortinas se han vuelto más importantes en los estilos de construcción modernos, porque las ventanas son cada vez más grandes y hay menos persianas y postigones. De esta manera, el interior de las casas pierde privacidad y se vuelve clave tener recursos para bajar la luminosidad durante la noche y cuidar la sensación térmica del espacio.
La diversidad de géneros es cada vez más amplia y es clave elegir bien para regular la luz y el contraste. Los expertos recomiendan poner una o varias capas para poder encontrar la fórmula perfecta e ir filtrando la luz del día según la necesidad de cada momento o actividad.
Para terminar, recordemos que es importante elegir un modelo que sea acorde al estilo y el carácter de la casa. Las ventanas no deben desentonar.
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