Tener un hogar para compartir con nuestra familia y nuestros afectos es un sueño que muchos compartimos. Sentir un lugar como propio genera una sensación de seguridad y bienestar que se transmite a los demás aspectos de nuestra vida.
Pero, cuando buscamos ideas para construir mi casa encontramos que hay muchos consejos que valen la pena tener en cuenta. Date un rato para mirar estas recomendaciones porque, aunque el objetivo sea el mismo, todos tenemos necesidades diferentes.
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Como respuesta, armamos una guía de recomendaciones para quienes quieran construir un hogar a su medida sin gastar de más.
A la hora de pensar nuestra casa lo que importa es que sea cómoda y se ajuste tanto a las necesidades como al presupuesto de nuestra familia. Si queremos ahorrar, mientras lo hacemos, tenemos que armar un plan y ceñirnos a él. Antes de poner manos a la obra es importante tener en cuenta algunas cuestiones si no queremos complicaciones a futuro.
Comprar plantas ya crecidas para el perímetro del terreno puede ser muy caro. Por eso, lo ideal es comenzar a comprar plantitas recién nacidas apenas compras el lote y dejar que vayan creciendo mientras avanza la construcción. Lo mejor es que esto te va a obligar a visitar la obra y controlar que todo esté bien.
Puede parecer un gasto innecesario pero rellenar con tierra barata el perímetro donde vas a construir puede hacer una enorme diferencia a largo plazo. No solo se va a ver mejor sino que la humedad de las napas va a tardar más en alcanzar la superficie y cuando llueva va a ser más difícil que ingrese agua.
Un punto fundamental en el diseño preliminar de la casa es proyectar las pendientes para que las canaletas y goteros funcionen bien. Muchas veces las personas escatiman en desagües y esto puede traer enormes consecuencias a futuro.
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¿Hay vecinos cerca? Andá a saludarlos y lleva algo para comer. Este consejo no está estrictamente relacionado con la construcción pero también puede ayudarte a sobrellevar el proceso de la mejor manera y quizá algún día te den una mano.
Una vez que el terreno está listo para comenzar a construir, tenemos que decidir cuál es el tipo de vivienda que queremos y qué diseño es el que más nos conviene. No importa si el presupuesto es limitado, podemos armar un plan que se ajuste a nuestros tiempos para conseguir lo que deseamos.
La mayoría de nosotros tiene una idea en mente acerca de cómo debería ser su casa. Sin embargo, comienza la obra y los costos nos sobrepasan. Para evitar eso podemos tomar algunas medidas desde el principio.
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En lugar de pagar a los albañiles todas las semanas de forma desorganizada, dividí la obra por etapas. Por ejemplo de esta manera:
Al terminar cada etapa pagá al final de cada una de ellas. Esto te va a permitir una mayor organización y pagar una vez que el trabajo está terminado. Si ves que estás más ajustado económicamente vas a poder interrumpir la obra sin miedo a dejar procesos incompletos. Además, esto permite planificar la compra de materiales.
Para poder concretar la obra podés elegir un diseño modular que se pueda ir ampliando en el tiempo, cuando recuperes ahorros. Se deja todo preparado para una segunda etapa, pero ya se puede disfrutar de la vivienda propia
Puede que hoy no puedas construir la casa de tu sueños o una mansión digna de Hollywood. Sin embargo, podés construir la base y dejar proyectadas las ampliaciones en un lugar cómodo para que no tengas que romper si en el futuro querés agrandar la propiedad.
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No todo tiene que estar hecho ladrillo por ladrillo. Este tipo de construcción resulta rápida, limpia y brinda los mismos beneficios que la construcción tradicional. Los materiales secos alivianan el peso de la construcción, son fáciles de mantener y brindan una gran flexibilidad en el diseño.
Además de usar métodos para ahorrar durante la construcción podemos considerar la idea de pedir un préstamo si vemos que el gasto nos ahoga.
Pedir un crédito para construir mi casa puede ser una buena idea. La propiedad es siempre una buena inversión y los bancos ofrecen múltiples alternativas para esto. Pero si lo que nos falta no es el grueso sino un pequeño monto para agregar algunos detalles, existen algunos préstamos personales que pueden obtenerse de forma rápida y segura sin necesidad de recurrir al banco y hacer trámites engorrosos.
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Pero la construcción no es la única alternativa para convertirnos en propietarios también se puede comprar una casa ya hecha. Pero, ¿qué es lo mejor?
Existen dos alternativas para alcanzar el sueño de la casa propia: construirla desde cero o comprar una hecha por alguien más. Pero hay distintos factores que tenemos que considerar para saber qué opción es mejor para nosotros.
En primer lugar, debemos prestar atención al factor temporal: construir lleva tiempo y comprar una casa ya hecha no. Pero el tiempo es dinero: obtener el techo que deseamos de inmediato puede ser mucho más costoso.
Pero eso no es todo. También tenemos que tener en cuenta el espacio y cómo este se adapta a nuestras necesidades familiares. Comprar una propiedad que se ajuste a nuestro modo de vida puede ser caro. En cambio, al construir podemos ir modelando nuestro hogar cómo queremos.
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Si nuestro presupuesto permite conseguir una propiedad que cumple con todos nuestros requisitos puede resultar más sencillo comprar una casa disponible en el mercado. Si por el contrario tenemos que ajustar el cinturón, lo mejor puede ser construir por etapas hasta alcanzar lo que queremos o también hacer remodelaciones en tu casa para renovarla y que luzca como nueva.
Si nos inclinamos hacia la compra, tenemos que cumplir con ciertas condiciones antes de hacerlo. Si bien a simple vista puede parecer fácil, el trámite para comprar un departamento puede ser tan fastidioso como comenzar un proyecto de obra. Cuáles son los pasos a seguir:
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