Las Pepas: una masa arenosa y sabor suave con un sombrerito de dulce de membrillo. En sus orígenes se elaboraban solo en las panaderías y pastelerías. Hoy su fabricación se extiende también a la industria.
Es cierto que las industriales han perdido algo de la magia primigenia, pero aun así, las Pepas siguen siendo una gran compañía para el desayuno o la merienda rápida. Ni que hablar para el mate dominguero.
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La receta de hoy es muy simple, con pocos ingredientes y de rápida preparación. La tradicional lleva el sombrerito de dulce de membrillo aunque podemos usar el ingenio y la creatividad para darle también otros colores al sombrerito: mermelada casera de arándanos o fresas por ejemplo.
Para la receta de hoy prepararé algunas con dulce de leche La Mulata.
Ingredientes
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Para el sombrerito
Vamos a comenzar por hacer el relleno de membrillo. Para eso vamos a cortar todo el dulce de membrillo en trozos pequeños. Colocamos en una olla pequeña y llevamos a fuego muy suave. Añadimos 2 o 3 cucharadas de agua y removemos constantemente hasta que tenga la consistencia de una mermelada. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Si queremos personalizar el dulce de membrillo podemos remplazar el agua por un buen vino dulce o alguna bebida espirituosa de nuestra preferencia. Ron o Cognac por ejemplo.
Para la masa
Tamizamos la harina con la sal y el polvo royal. Añadimos el azúcar a lo tamizado. Formamos un volcán sobre la mesa en la que vayamos a amasar. Reservamos. Batimos los huevos y la yema e incorporamos la esencia de vainilla. La mantequilla la cortamos en trozos pequeños.
Una vez hecho todo esto comenzamos a amasar. Incorporamos primero los huevos batidos, muy poco a poco con la ayuda de un cornet. La masa quedara arenosa y no ligaran los ingredientes entre si. Vamos a incorporar la mantequilla al preparado y con la ayuda del cornet la iremos incorporando a la masa. El amasado debe ser el justo para incorporar la mantequilla, nada mas. Esta masa no requiere demasiado amasado.
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Si nos pasamos de amasado se vuelve pegajosa y difícil de trabajar. Si te ocurre esto no desesperes. No esta todo perdido, solo debes meter la masa en una bolsa plástica y llevarla al frigorífico un par de horas hasta que vuelva a tener la suficiente consistencia.
Trabajamos la masa sobre una superficie apenas enharinada, solo lo justa para que no se nos pegue. Dividimos la masa en dos partes con las cuales armaremos dos cilindros de unos 4/5 cm de diámetro.
De estos cilindros cortamos rodajas de 1 cm aproximadamente. Cuando tengamos toda la masa porcionada formamos bolitas con dichas porciones. Precalentar el horno a 180º.
En una bandeja de horno forrada con papel de hornear colocamos las bolitas de masa bien separadas ya que en la cocción crecerán un poco. Con un dedo presionando un poco en el centro de cada bolita hacemos un hueco. Sin llegar hasta el fondo que no queremos hacer rosquitas.
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En cada hueco colocamos una cucharadita del dulce que hemos elegido, en mi caso membrillo y dulce de leche.
Horneamos por 10 minutos aproximadamente o hasta que estén ligeramente doradas. Es decir apenas estén tomando algo de color. Retiramos y dejamos enfriar totalmente en una rejilla antes de consumir.
Podemos guardarlas en un frasco o lata hermética. Aunque sinceramente no creo que quede ninguna que guardar.
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