Retrálogos: Guillermo, el fabricante de tanques

Los retrálogos, serie de retratos fotográficos combinados con un pequeño diálogo, realizados por Jorge Ponce Betti cuentan lo que una foto no termina de mostrar. Quiénes somos y qué hacemos los anónimos inmediatos que poblamos el mundo. Hoy: “El fabricante de tanques”.

A Guillermo La Rosa lo conocí gracias al colegio de mi hijo. Nuestros hijos son amigos y los padres también nos terminamos haciendo amigos. Cuando Guillermo, en una cena, me mostró su taller, no pude evitar pedirle que se ponga a soldar para hacerle este retrálogo, en el que Guillermo nos recuerda el valor de las cosas, de cómo lo que no sirve puede pagar una cena de fin de año de su taller, y de cómo hacer un tanque en realidad puede significar cuidar la vida del otro.

Retralogo: retrato + diálogo. “El fabricante de tanques”.

Guillermo La Rosa es el papá de un amiguito de mi hijo. Es buzo profesional y fabricante de tanques (Tanques La Rosa), algo que combina, ya que cuenta que para llegar a la solución de cada tanque tiene que sumergirse en el problema.

Yo: – ¿Hace cuánto que hacés este trabajo?

Guillermo: – Mirá mi padre arrancó en 1978, haciendo tanques de combustible, agua y todo tipo de líquidos, todo a medida. Yo tenía 8 años y ahí arranqué juntando chatarra.

Yo: – ¿Cómo es eso?

Guillermo: – Y… el bronce, el cobre y el aluminio valían mucha plata. La mitad era de mi padre y la otra mitad era mía. Y a los 11 años compré mi primer dólar. Le pregunté a mi papá qué era el dólar y me compré uno. Y lo compré con chatarra.

Yo: – ¿Y hoy en día me contabas que los asados de fin de año del taller se pagan con chatarra?

Guillermo: – Sí exacto, después de 39 años, si bien nuestro negocio son los tanques, juntamos recortes de bronce en baldes y a fin de año los cambiamos y con eso pagamos la cuenta de la cena de fin de año.

Yo: – ¿Es como una forma de pensar en la vida no?

Guillermo: – Sí, nada se tira, todo se utiliza. Me lo inculcaron, todo tiene un valor. El aluminio por ejemplo lo regalo, para que lo cambien por plata los que no tienen para comer. 

Yo: – Y por qué te gusta hacer tanques?

Guillermo: – Nací con eso. Me gusta el proceso: viene un plano y del plano a la chapa. En la mesa se corta, se arma y sale el producto terminado desde un papel. Sea de un estudio de arquitectura, un ingeniero o un desarrollo mío.

Yo: – Y cuál sentís que es tu misión? Qué generás con los tanques?

Guillermo: – Seguridad para las personas. Yo hago cursos todos los años, me perfecciono, y hago un producto de excelencia para que la gente esté segura.

Yo: – Claro, como buzo rescatista, y como fabricante de tanques que llevan gasolina adentro, al final terminás haciendo lo mismo no?

Guillermo: – Se podría decir que sí.

#retralogos

Por qué los retrálogos

Me di cuenta de que cuando uno hace un retrato de alguien, uno ve una imagen de ese alguien, pero la foto no termina de mostrarnos qué siente esa persona, qué piensa, cuál es su realidad, cuáles son sus sueños.

Los retrálogos surgen en noviembre de 2015, y creo que surgieron como una expresión natural de una búsqueda interna, muy propia, que estaba muy ligada a dos ingredientes: la profundización de lo que es mi propia misión en la vida, cuya esencia es contar historias, y un reencuentro con mi país y más específicamente con mi barrio y las personas que lo habitan, después de haber estado casi cuatro años viviendo con mi esposa y mi hijo en Brasil.

Acá podés ver otros retrálogos de Jorge Ponce Betti y acá su trabajo como director