Cuando hacés un ejercicio cardiovascular continuo, y esto incluye tanto caminar como correr, la fisiología del ejercicio afirma que se queman 5 calorías por cada litro de oxígeno consumido. Correr supone un consumo de oxígeno mucho más alto que caminar la misma distancia.
¿Por qué esa diferencia? La explicación se debe a que correr y andar son dos ejercicios que difieren en demasiados aspectos, no son comparables. Correr es en el fondo moverse dando saltos adelante, mientras que caminar es un proceso fluido, sin saltos, y por tanto menos costoso desde el punto de vista energético. Los saltos y sus aterrizajes suponen un gran consumo calórico.
Gasto total de correr: 1.03 kcal por km y por kg
Gasto total de andar: 0.72 kcal por km y por kg
Así que si pesas 70 kg y corres 8 km gastarás: 1.03 x 70 x 8 = 576 kcal
Mientras que la misma distancia caminando supone: 0.72 x 70 x 8 = 403 kcal