Empecemos por un ejemplo, tal como se propone la investigación que está motorizando una concientización bastante original y gráfica respecto al valor de la buena nutrición: para quemar las calorías que suma a tu cuerpo una hamburguesa con queso de las grandes de las cadenas de comidas rápidas tienes que correr 9 kilómetros. Y unos 3 kilómetros más si le sumas una gaseosa.
¿Queda clara la enorme dificultad de mantener un buen balance energético y, por lo tanto, no tener exceso de peso, cuando comemos mal? ¡Deberíamos ser verdaderos maratonistas diarios!
Cuánto hay que correr para quemar las calorías que ingieres
Conocer el esfuerzo que tendrías hacer para consumir la energía que suman a tu cuerpo determinados alimentos genera una mejor concientización respecto al valor de comer bien. Fue la apuesta de un estudio realizado por investigadores del Instituto de la Salud Pública de España, que asegura que, hasta ahora, "las calorías que contienen los alimentos poco saludables, como la comida basura o las bebidas gaseosas, eran datos insignificantes para la mayoría de la población".
Los expertos pretenden que la gente empiece a dimensionar su impacto en términos de salud y peso calculando cuánto ejercicio demanda quemar esas calorías.
"Saber cuántos kilómetros tienes que correr para quemar una pizza es bastante revelador", apuestan. En palabras de la líder del estudio, Sara Bleich: "La gente no termina de entender lo que supone que un refresco contenga 250 calorías. Lo que nuestro estudio ha encontrado es que cuando explicas las calorías de una manera más sencilla de entender, como en cuántos kilómetros andando necesitas para quemarlo, puedes cambiar el comportamiento de los consumidores".
Puedes ver: Calcular calorías diarias: cómo se hace y para qué sirve
Esta nueva forma de etiquetar los alimentos podría ser una buena opción para que incluso los niños, desde que comienzan a hacer los mandados, se acostumbren a consumir una menor cantidad de comida basura y de bebidas azucaradas. "Creemos que las etiquetas que muestran información acerca de la actividad física permiten que las personas puedan apreciar mejor las ventajas y desventajas de los alimentos altos en calorías, y por lo tanto influir en ellos para tomar decisiones hacia alimentos con menos calorías. Y pensamos que etiquetar los alimentos de esta forma puede incluso tener el beneficio adicional de promover la actividad física", agregó el profesor Anthony Viera, de la Universidad de Carolina del Norte.
Claro que la cantidad de calorías que quema un determinado ejercicio no es la misma para cada persona. Intervienen muchas variables, como el sexo, la edad, el metabolismo, la velocidad a la que se realice el ejercicio, etc. Pero tener al menos una orientación es una gran ayuda para el consumidor.
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