Estrés y depresión en el embarazo: cómo impacta y qué hacer

La mayoría de la las mujeres transitamos hoy los nueve meses de gestación con niveles de estrés y tensión inéditos. Es importante aprender a reconocer cuándo estamos perjudicando nuestra salud y la del bebé, y conocer algunos mecanismos para recuperar la calma, minimizar los "daños" y disfrutar a pleno la aventura de ser mamá.

El estrés es un mecanismo fisiológico de homeostasis. Esto es, que prepara al organismo para defenderse ante situaciones amenazantes. La finalidad es preservar el orden interno sin sufrir grandes cambios. Pero cuando estamos todo el tiempo estresados aparecen cuadros de desgaste emocional.

Un organismo estresado vive tenso, alerta, preocupado, con escasa concentración y atención, irritable, insomne, cansado; espera que algo malo suceda, se sobresalta fácilmente. Sufre por lo incierto. La vivencia de indefensión lo vuelve más vulnerable, sensible a las críticas ajenas y a la autocrítica. Se torna demandante y espera que los demás, fundamentalmente sus parejas, colmen rápidamente sus necesidades afectivas y, por qué no, solucionen sus problemas.

El cuerpo estresado es un cuerpo vedado a las más puras sensaciones y emociones en el que la angustia intercede como un obstáculo perturbador

El estrés (o mejor dicho, distrés, ya que se considera al estrés como un respuesta adaptativa normal), es cada día más frecuente (1 de cada 5 personas lo padecen). Recordemos que el miedo estresante no tolera lo nuevo: la persona sufre porque sabe que algo debería hacer y no puede, y esto aumenta su malestar. El cuerpo estresado es un cuerpo vedado a las más puras sensaciones y emociones en el que la angustia intercede como un obstáculo perturbador.

Los riesgos durante el embarazo

Los cambios emocionales que tiene la mujer durante el embarazo pueden ser atribuidos a las variaciones en los niveles hormonales. Por lo tanto, puede considerarse un estado normal, esperable. En algunas mujeres, las oscilaciones en las emociones provoca un estado de vulnerabilidad que dificulta la aparición de recursos para afrontar las circunstancias que se le presentan.

Se ha comprobado que la presencia de distrés durante el embarazo puede ser causa de parto prematuro, bajo peso del bebé al nacer o abortos espontáneos. Las investigaciones concluyen que las mujeres por encima de 32 años, primerizas, y fumadoras, expuestas a estrés laboral, duplicaban los riesgos de abortos espontáneos. Las condiciones sociales más preocupantes para las mujeres son la crianza del bebé, los miedos a enfermedades neonatales y las dificultades económicas motivadas por la llegada de un nuevo integrante a la familia.

Otros estudios concluyen que las mujeres saludables que habían estado expuestas a la pérdida de un familiar, divorcio, o dificultades económicas tenían más riesgo de que sus bebés nacieran con bajo peso. Se sabe que ciertas hormonas que aumentan durante el estrés (noradrenalina, cortisol plasmático, etc.) pueden ser nocivas por su efecto vasoconstrictor en los vasos sanguíneos de la placenta.

Los trastornos psiquiátricos ocurren generalmente en la etapa fértil (18 a 45 años). La presencia de un cuadro psiquiátrico durante el embarazo amerita no sólo el buen diagnóstico del mismo, sino también el tratamiento adecuado para proteger a la madre y al feto. Uno de los temas más preocupantes es medicar a una embarazada ya que si se medica podría tener efectos nocivos sobre el feto y, si no, se hace cometer iatrogenia, es decir, provocar daño por omisión de una práctica.

Tristeza y depresión durante la gestación

El período más complicado es el primer trimestre del embarazo por la formación de órganos. Como regla, hay que tener en cuenta que se debe pensar en medicar a una embarazada cuando:

*Existe riesgo suicida.

*Hay abuso de alcohol, drogas u otras sustancias.

*Por disminución del apetito o falta de aporte nutricional.

*Si hay falta de interés en los cuidados prenatales.

*Si la evolución de la enfermedad resiente el vínculo madre e hijo.

Durante el embarazo puede aparecer un primer episodio depresivo o la recidiva del mismo cuando existen antecedentes de haber padecido la enfermedad. El cuadro de la depresión cursa con los mismos criterios generales: presencia de tristeza patológica y anhedonia o pérdida de interés por las cosas, como mínimo durante 15 días, todos los días y casi todo el día, más por lo menos 2 de los siguientes síntomas:

  • Pérdida de peso o disminución de peso.
  • Agitación o inhibición.
  • Somnolencia o hipersomnia.
  • Ideas de culpa, de remordimiento.
  • Ideas de suicidio, de muerte, hipocondríacas, de ruina o perjuicio. En las mujeres embarazadas aparecen ideas de imposibilidad para ejercer su rol, etc.
  • Ideas suicidas y/o programa para el suicidio.

Técnicas para bajar el nivel de estrés durante el embarazo

  • Realizar diariamente alguna técnica de relajación y respiración
  • Ponerse cómoda. Es recomendable acostarse o reclinarse. Lo ideal es recostarse de lado y ayudarse descansando el vientre sobre una almohada. Es mejor estar durante un tiempo en una habitación silenciosa, sin teléfono.
  • Concentrarse en la relajación y la respiración. Alejar los pensamientos intrusos y preocupantes.
  • Aprender a registrar la tensión que se produce en sus músculos e intentar relajarlos.
  • Pensar en recuerdos o imágenes agradables. Imaginar cómo será su bebe y cómo serán los cuidados que puede dispensarle.
  • Aprender a comunicar lo que le pasa. Generar espacios con la pareja para hablar y disfrutar.
  • Alejarse de situaciones conflictivas que resulten tensionantes.
  • Confiar en el médico y contarle qué siente y los sentimientos que la abruman.

Fuente: Dr. Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.

ETIQUETAS:  
magnifiermenu linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram