Cómo saber si un producto es saludable: aprendé a descifrar las etiquetas

Nos pasa a todos: vamos por las góndolas tratando de comprar productos saludables pero terminamos optando por lo que nos contaron o lo que vimos en una publicidad, porque nos cuesta entender lo que dice la etiqueta. Por eso es importante aprender algunas cuestiones básicas, como la información sobre los aceites, las calorías y las proteínas que contiene el producto.

  • La cantidad de materia prima

Los ingredientes que se presentan en la lista del producto están ordenados en forma descendente: el ingrediente que encabeza la lista es siempre el que está en mayores cantidades. Entonces prestá atención sobre el ingrediente que aparece en mayores cantidades y estar atentos a los "engaños": por ejemplo, la famosa crema de dulce de chocolate y avellanas que todos conocemos lo que menos tiene es chocolate y avellanas.

  • El tipo o calidad de aceite

Cada vez que miramos la etiqueta de un producto solemos centrarnos en su valor nutricional. En vez de esto, enfócate en la sección de los ingredientes. Los ácidos grasos (saturados, insaturados o poliinsaturados), que aparecen en la tabla nutricional pueden tener orígenes no saludables para nuestro organismo.

Por ello es que se debe chequear la sección de los ingredientes, es aquí donde podremos saber de dónde proceden ciertos compuestos, como en este caso, los aceites. Nuestro consejo es que evites consumir productos que contengan aceite de palma, grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas, las cuales aparecen en la etiqueta como “grasas vegetales”.

Cualquier producto procesado tiene un contenido de aceites de muy mala calidad, por ende, dañinos para tu salud. Nuestro consejo es que te inclines por productos más naturales o que al menos busques aquellos en aceite de oliva.

  • La cantidad de azúcar o de sal

La cantidad de azúcar y sal que contiene un producto lo puedes contemplar en su tabla nutricional. De hecho, es la información más clara y precisa que se proporciona entre todos los ingredientes.

Si ves que el producto tiene demasiada sal o hidratos de carbono (azúcares), ni siquiera consideres en meterlo en el carrito de compras. ¡Devuélvelo a la estantería!
Recuerda que el exceso de sal tiene efectos negativos en la circulación (hipertensión arterial), y el exceso de azúcar puede causar diabetes, sobrepeso, etc.

  • Azúcares ocultos

Desafortunadamente, es imposible saber qué porcentaje de azúcar del producto es propio y cuál porcentaje es añadido. Sin embargo, esto se puede más o menos averiguar en la sección de ingredientes.

Estás ante un producto con azúcares añadidos si notas que contiene dextrosa, fructosa, maltodextrinas, siropes, etc. Estos productos son: refrescos, bebidas energéticas, galletas, jugos pasteurizados, caramelos y para de contar.
Lo mejor es buscar fuentes de azúcares más saludables como las frutas o las verduras.

  • Cereales refinados o integrales

Antes de hablar sobre estos contenidos en la etiqueta es importante conocer la diferencia entre ambos cereales. Los cereales refinados son aquellos a los que se les quita la fibra (salvado y germen) y los integrales son aquellos que conservan todo la fibra.

Es decir, los refinados no tienen efectos positivos en nuestra salud. En cambio, los integrales sí. Recuerda que los almidones y las harinas siempre se usan para darle cierta consistencia a los productos y también como un modo de que la fabricación del producto sea más económica.

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