Solos y doloridos: claves para combatir la fobia social

Las fobias suele generar estados altos de ansiedad, haciendo que su grado de bienestar disminuya. Te contamos qué se puede hacer para aliviar esta fobia.

Son un mal de época, vinculado al incremento de la ansiedad y el estrés. Las fobias se encuentran entre una de las causas comunes de consulta psicológica, ya que generan un gran sufrimiento psíquico al impedir o dificultar el desarrollo de una vida normal. Es tal la tensión emocional que provocan que afectan la interacción cotidiana, tanto en la familia como en el trabajo, y nos privan de una vida personal y social plena.

Qué genera la fobia

Las causas del temor y la incomodidad pueden ser de lo más variadas: un animal, el clima, los ruidos, el encierro, las personas, los ambientes públicos, los exámenes, una enfermedad, etc. El problema se agrava cuando la persona empieza a aislarse y a perder oportunidades y a afectar sus vínculos. Por eso es importante buscar ayuda, ya que hoy las terapias cognitivas permiten resolver en poco tiempo la situación.

Quien lleva la carga de una fobia, siente un temor intenso que lo lleva a evadir la fuente de la misma, afectando la calidad de vida y los vínculos

Una de las consultas más frecuentes en estos días tiene que ver con la fobia social, que consiste en una ansiedad o temor persistente ante situaciones de interacción social, ya sea al interactuar con una sola persona o con un grupo de ellas. En general, ese temor o ansiedad se manifiesta en síntomas físicos y psicológicos: evitación, angustia, timidez extrema, palpitaciones, sudoración, sensación de nudo en el estómago, dificultad para respirar, etc.

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En las personas con fobias, son recurrentes los pensamientos de rechazo o evaluación negativa de las situaciones para justificar la evitación. En la fobia social, puntualmente, predominan los sentimientos de inadecuación (sentir que no se encaja socialmente), la ansiedad anticipatoria, el temor a ser evaluado desfavorablemente por los otros y la autoevaluación disminuida, entre otros "tormentos".

La fobia social conlleva dosis importantes de sufrimiento: lleva a las personas a perder importantes desafíos y oportunidades en la vida, como resultado de su problema

Una de las consecuencias más duras de la fobia social es la pérdida de oportunidades y el aislamiento. A medida que se agrava el cuadro, la persona empieza a evitar situaciones de interacción social y, muchas veces, se somete a relaciones vinculares dañinas: suele aceptar condiciones de dominación y subyugación en base a su baja autovaloración, con marcado temor ante aquellas personas consideradas "figuras de autoridad".

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Las personas con fobia social suelen auto-devaluarse, aumentando el riesgo de sufrir depresión crónica o de caer en trastornos adictivos, por el alivio de la ansiedad y desinhibición social que les genera las sustancias o los psicofármacos.

En general, lo que genera el problema es la autoevaluación negativa que la persona hace de sí misma antes, durante y después de cualquier encuentro social, proyectando luego esta evaluación en los demás

Su autoevaluación negativa no sólo lleva a una “incomodidad” social sino que la persona con fobia e inseguridad suele repetir una interpretación distorsionada del pensamiento de los demás, sacando conclusiones que aumentan sus argumentos para evitar o rechazar situaciones.

Cómo tratar la fobia social

La terapia cognitiva ha demostrado una gran eficacia para ayudar a quienes sufren este problema. El tratamiento consiste en identificar las características individuales del trastorno, entenderlo, y analizar con el paciente cómo funciona en él su fobia social, se evitación, sus mecanismos. Así, de a poco, se usan técnicas de reestructuración y modificación del pensamiento, repensando la visión de sí mismo y de los demás. Así, atribuyendo nuevas interpretaciones y significados, la ansiedad empieza a bajar.

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En paralelo, el terapeuta enseñan técnicas y ejercicios para reestructurar y aprender a dejar fluir el pensamiento en los eventos de la vida cotidiana. Con recursos para afrontar la experiencia de ansiedad, con la contención que la situación y el dolor psíquico demanda, se inician etapas de afrontamiento. Paso a paso, la persona avanza, tiene logros, mejora su autoestima, y el círculo virtuoso arranca hasta lograr la salud y el bienestar deseado.

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