Cómo reducir el riesgo del cáncer de próstata

No existe ninguna estrategia comprobada para prevenir el cáncer, pero podés reducir tu riesgo de cáncer de próstata si tomas algunas decisiones. Si te preocupa tu riesgo de padecer cáncer de próstata, tal vez tengas interés en prevenirlo.

Cómo saber si tengo problemas de próstata

No existe una forma segura de prevenir el cáncer de próstata. A menudo, los resultados de los estudios son contradictorios y la mayoría de ellos están diseñados para probar de forma definitiva si algo ayuda a prevenir el cáncer de próstata. Por ello, no han surgido formas claras de prevenir el cáncer de la próstata.

Los médicos de Mayo Clinic, organización sin fines de lucro y dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, nos acercan algunas recomendaciones para que los hombres con riesgo promedio para cáncer de próstata tomen decisiones que beneficien la salud, si están interesados en prevenirlo.

1. Elegí una alimentación saludable

Existe alguna evidencia respecto a que elegir una alimentación saludable, baja en grasas y llena de frutas y verduras puede disminuir el riesgo de cáncer de próstata, aunque no se ha probado concretamente.

Si querés reducir el riesgo de cáncer de próstata, considerá lo siguiente:

  • Elegir una alimentación baja en grasas. Los alimentos que contienen grasas son, entre otros, las carnes, las nueces, los aceites y los productos lácteos, como la leche y el queso.

En algunos estudios, los hombres que ingirieron a diario cantidades mayores de grasa observaron un incremento en su riesgo de cáncer de próstata. A pesar de que esta relación no prueba que el exceso de grasa causa el cáncer de próstata, reducir la cantidad de grasa que comes diariamente conlleva otros beneficios comprobados, como ayudar a controlar el peso y al corazón.

https://youtu.be/hI0dOc6E2ek

 

Para reducir la cantidad de grasa que consumís al día, limitá los alimentos grasosos o elegí variedades con bajo contenido graso. Por ejemplo, podés reducir la cantidad de grasa que añadís a los alimentos cuando cocinás, seleccionar cortes de carne más magros y elegir productos lácteos bajos en grasa o descremados.

  • Comé más grasas vegetales que grasas animales. En algunos estudios que observaron el consumo de grasa y el riesgo de cáncer de próstata, hubo mayor probabilidad de relacionar a la grasa proveniente de animales con un incremento en el riesgo de cáncer de próstata. Los productos animales que contienen grasas incluyen la carne, la manteca y la mantequilla.

Considerá utilizar grasas vegetales en lugar de grasas animales. Por ejemplo, probá cocinar con aceite de oliva en lugar de manteca, o a poner nueces o semillas en tu ensalada en lugar de queso.

  • Incrementá la cantidad de frutas y verduras que comes cada día. Las frutas y verduras están llenas de vitaminas y nutrientes que se cree reducen el riesgo de cáncer de próstata, aunque las investigaciones no han probado que ningún nutriente en particular garantice la disminución del riesgo.

Comer más frutas y verduras también provoca que tengas menos espacio para otros alimentos, como los alimentos altos en grasas.

Considerá incrementar la cantidad de frutas y verduras que comés diariamente y agregá una porción extra de fruta o verduras en cada comida. Considerá comer frutas y verduras como refrigerio.

  • Comé pescado. Los pescados grasos —como el salmón, el atún y el arenque— contienen ácidos grasos omega 3, un tipo de ácido graso vinculado con la reducción del riesgo de cáncer de próstata. Si actualmente no comés pescado, podés considerar agregarlo a tu alimentación.

Otra forma de agregar omega 3 a tu alimentación es mediante la linaza.

  • Reducí la cantidad de productos lácteos que comes diariamente. En algunos estudios, los hombres que comieron a diario la mayor cantidad de productos lácteos, como leche, queso y yogur, tuvieron un riesgo más alto de padecer cáncer de próstata. Sin embargo, los resultados de los estudios no fueron concluyentes, y se cree que el riesgo relacionado con los productos lácteos es pequeño.

2. Mantené un peso saludable

Los hombres obesos, o sea, con un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más, pueden tener más riesgo de cáncer de próstata. Si eres gordo u obeso, esfuérzate en perder peso. Podés reducir el número de calorías que comés a diario e incrementar la cantidad de ejercicio que haces.

Si tenés un peso saludable, proponete mantenerlo al hacer ejercicio en la mayoría de los días de la semana y elegí una alimentación sana que contenga muchas frutas, verduras y cereales integrales.

3. Hacé ejercicio la mayoría de los días de la semana

Los estudios acerca del ejercicio y del riesgo de cáncer de próstata han mostrado principalmente que los hombres que hacen ejercicio pueden tener menos riesgo de padecer cáncer de próstata.

Hacer ejercicio conlleva muchos otros beneficios para la salud y puede reducir el riesgo de enfermedad del corazón y otros tipos de cáncer. Hacer ejercicio puede ayudarte a mantener el peso o a perderlo.

Si actualmente no hacés ejercicio, pedí una cita al médico para verificar que sea adecuado para vos empezar a hacerlo. Cuando empieces a hacer ejercicio, empezá despacio. Además, podés añadir actividad física a tu día si estacionas el auto más lejos del lugar al que vas, o si intentas usar las escaleras en lugar del ascensor.

Tené como objetivo hacer 30 minutos de ejercicio en la mayoría de los días de la semana.

4. Hablá con tu médico acerca de tu riesgo

Algunos hombres tienen más riesgo de padecer cáncer de próstata. Los que tienen riesgo muy alto de cáncer de próstata tal vez puedan optar por otras alternativas para reducirlo, como los medicamentos. Si creés que tenés alto riesgo para cáncer de próstata, hablá con tu médico.

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