Ómicron: la tercera dosis es clave para fortalecer la inmunidad de los mayores de 65 años

Qué ocurre con los anticuerpos de los mayores de 65 frente a la reciente variante ómicron y hasta cuándo durará la inmunidad.

Omicrón 3 dosis 65 años

Mejorar la inmindad ante las nuevas cepas de Covid es el gran objetivo de todas las edades, y es especialmente importante en el caso de las personas adultas. Fortalecer nuestras defensas es clave. Te contamos qué sucede con los anticuerpos de las personas mayores de 65 años cuando se topan con Omicron tras haber recibido tres dosis de vacunas.

Incremento de la inmunidad

A lo largo de los últimos meses se ha estado analizando la duración de la inmunidad que las vacunas nos brindan. Esta preocupación nace por el surgimiento de las nuevas y más contagiosas variantes, que no parecen dejarnos un respiro, y la decisión de aplicar dosis de refuerzos. Se examinaron alrededor de 1.200 muestras de personas mayores de 65 años para comprobar el tiempo de inmunidad que tenían.

Las conclusiones fueron que, frente a la variante ómicron, las terceras dosis en los mayores de 65 años proporcionaron un incremento de hasta diez veces más en el número de anticuerpos neutralizantes. Sin duda es una gran noticia para mantener las esperanzas y continuar cuidándonos.

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Gracias a las dosis de refuerzos o tercera dosis, la inmunidad celular se mantiene estable y los anticuerpos aumentan. Cabe aclarar que, por lo que va de investigación y análisis, estos anticuerpos funcionan correctamente frente a las variantes de ómicron y delta. Además, en esta última variante, los anticuerpos son 17 veces más resistentes.

Seguir cuidándonos

Sin embargo, las cosas todavía no han terminado. Si bien es importante mantener la esperanza y actuar de forma higiénica como personas responsables, la pandemia continúa y cada vez con más variantes. No es cuestión de alarmarse ni desesperarse. Ya estamos a casi dos años desde que los contagios por coronavirus empezaron, pero también hemos desarrollado herramientas para hacerle frente al persistente virus.

Hemos logrado incorporar a nuestras vidas diarias la importancia de la higienización constante: el continuo lavado de manos, la desinfección, la distancia social y el uso de tapabocas. Sin dudas todas estas acciones se han incorporado a nuestra rutina de forma inconsciente y ahora somos personas mucho más cuidadosa.

No solo eso, sino que también hemos logrado desarrollar vacunas frente al virus y las dosis de refuerzo para las nuevas variantes. Es por eso que nunca está demás hacer un llamamiento a la vacunación y llevar adelante la iniciativa para vacunarse.

La mejor forma de terminar con este interminable ciclo de contagios y virus es cuidándonos a nosotros mismo a los que tenemos a nuestro alrededor. Respetar los protocolos y hace caso a la autoridades sanitarias es lo mejor que podemos hacer por ahora. ¡Pero la esperanza todavía no se ha ido!

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