Qué es el Botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela

¿Qué es el botafumeiro, cuyo movimiento puede alcanzar una velocidad de 68 km/h? Es el incensario más grande del mundo y es amado por todos los peregrinos.

botafumeiro

En gallego, Botafumeiro significa literalmente “echador de humo” y es el símbolo más conocido y popular de la catedral de Santiago de Compostela. Te contamos qué es el botafumeiro.

Qué es el Botafumeiro

El butafumeiro de Santiago es un enorme incensario bañado en plata que pesa 62 kilogramos vacío y mide 1,50 metros de altura. La cuerda que lo sostiene, atada al crucero de la catedral, es, en la actualidad, de un material sintético, tiene una longitud de 65 m, 5 centímetros de diámetro y pesa 90 kg. Anteriormente las cuerdas estaban hechas de cáñamo o esparto.

Cómo se usa

El Botafumeiro se llena con unos 400 gr de carbón e incienso, después se ata con fuertes nudos a una larga cuerda que va hasta el techo del edificio, y se desplaza mediante un mecanismo de poleas por la nave transversal (transepto) de la catedral; para conseguirlo, un grupo de ocho hombres, que reciben el nombre de tiraboleiros, lo empujan primero para ponerlo en movimiento, y después tiran cada uno de un cabo de la cuerda para ir consiguiendo velocidad.

​ El movimiento del Botafumeiro puede alcanzar una velocidad de 68 km/h, describiendo un arco de 65 m y una altura máxima de 21 m. Para llegar a esta altura máxima se necesitan 17 recorridos completos

Debido a la velocidad y el peso puede adquirir una enorme energía. A causa de ello, en épocas pasadas hubo desprendimientos de la cuerda.

En 1499 se desprendió el botafumeiro y salió por la Puerta de Platerías, en presencia de Catalina de Aragón que estaba de visita en Santiago (Hija de los reyes Católicos, que fue la reina consorte de Inglaterra desde 1509 hasta 1533 como la primera esposa del rey Enrique VIII).
Similares situaciones ocurrieron en 1622 y 1937. En ninguna ocasión hubo víctimas por el desprendimiento.

Según la tradición, el uso del incensario en la catedral de Santiago comenzó en el siglo XI, con la idea de perfumar el templo y eliminar el mal olor que dejaban los peregrinos, cansados, sudorosos y desaseados y muchos de ellos enfermos.

En el año 1200 se cambió el sistema inicial de poleas por un sistema de rodaduras que permitía el desplazamiento lateral, con lo cual podía recorrer unos 150 cm, que era la distancia que permitía la cuerda.

El rey Luis XI de Francia donó a la catedral en 1400 una suma de dinero para reemplazar el incensario medieval, que no se realizó hasta 1554.

El nuevo incensario fue realizado completamente en plata, pero fue robado por las tropas de Napoleón en abril de 1809 durante la Guerra de la Independencia,siendo reemplazado por el actual, que fue fabricado por el orfebre José Losada en 1851, en latón bañado en plata. Otro botafumeiro de plata, de 54 kilogramos, regalado a la Catedral de Santiago por la Hermandad de Alféreces Provisionales en 1971, se expone en la biblioteca del museo catedralicio. Ambos son réplicas del desaparecido durante la invasión napoleónica.

Origen

Al igual que otros incensarios de las iglesias, tiene un origen litúrgico. Sin embargo, éste es especialmente grande debido a la gran cantidad de peregrinos que llegan a Santiago.
Hay que pensar que la catedral de Santiago, como todas las de peregrinación, permitía a los peregrinos dormir en el interior, lo que provocaba un olor muy desagradable.
De ahí la necesidad de tener un incensario tan grande.

Catedral de Santiago y Pórtico de la Gloria, restaurados y en toda su plenitud.

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