Las intensas lluvias y las inundaciones se convirtieron en una pesadilla para provincias como Santa Fe y numerosas localidades del noroeste de la provincia de Buenos Aires.
Una persona fallecida en La Emilia, miles de evacuados, miles de millones de dólares en pérdidas económicas, pueblos tamberos que debieron cerrar y la declaración de emergencia agropecuaria en Santa Fe, fueron algunas de las consecuencias del infierno natural que azota a gran parte de la Argentina.
Para muchos especialistas, el drama de la acumulación de agua no resulta una sorpresa. El Banco Mundial publicó en el mes de octubre un extenso informe sobre el medio ambiente en la Argentina, donde aseguró que:
“Las inundaciones son el mayor desastre natural que amenaza a la Argentina, y representan el 60% de los desastres naturales y el 95% de los daños económicos”
El exceso, la rapidez y el desarrollo inadecuado de las urbanizaciones, la obstrucción de los sistemas de escurrimiento natural y, especialmente, la voraz deforestación de los bosques, construyeron la enorme amenaza para la salud ambiental del país.
El documento agrega que:
“En años recientes, se construyeron más de 200 desarrollos urbanísticos en las planicies aluviales del Delta del Paraná, cerca de Buenos Aires. Estas construcciones limitan el escurrimiento natural del agua que podría amortiguar el impacto de las inundaciones”
“Entre los desastres naturales en la Argentina, un 94% de todos los daños económicos y un 96% de la población afectada se relacionan con las inundaciones”, aseguró el informe del Banco Mundial.
La mayor parte de los costos significativos de ese fenómeno está relacionada a la degradación de la tierra por la deforestación
El informe describe que los escurrimientos de agua provocados por la deforestación, provocan una acumulación de mayor volumen y ritmo más acelerado aguas abajo.
“Es más probable que las precipitaciones repentinas e intensas causen más inundaciones que la lluvia constante de baja intensidad”
En tanto, el Banco Mundial indicó que “el país en su totalidad experimentará un incremento en las temperaturas medias, y las regiones Norte y Central un incremento en precipitaciones y temperaturas”, e instó a las autoridades a tomar cartas en el asunto.
Entre otras medidas, la entidad internacional sugiere “mejorar la información hidrometeorológica disponible, para aumentar la capacidad de adaptación de la producción agrícola a la variabilidad del clima” y, “expandir el sistema de seguros por desastres basado en los índices de inundaciones, crecidas repentinas y deslizamientos en masa, para proteger a los más vulnerables de la población”.