Un hacker argentino de poco más de 40 años de edad contó como mediante un ejército de cuentas falsas en redes sociales, diarios digitales en varios países (y la capacidad de crearlos ad hoc “en una hora”) y herramientas de escucha activa (listening) para saber “lo que quiere el barrio” o la ciudad trabaja para crear noticias falsas que consiguen generar tendencias y posicionar marcas y candidatos, o para crear reputación online a empresas sin pasado.
En la entrevista donde habló con la agencia de noticias Telam bajo anonimato, explicó que él desarrolla este trabajo dentro de los márgenes de la ley, aprovechando una zona gris que es actualmente objeto de discusión en varios de las principales potencias de Europa.
Este especialista combina la viralización de mensajes a través de redes como Twitter, Facebook, Youtube, Linkedin y Whatsapp, aunque entiende perfectamente que necesita de herramientas mas tradicionales para convencer.
“El efecto (para convencer) es que la información está en un diario”, y subraya: “Esa es la validación final: ‘lo dice un diario, entonces le creo'”.
En su equipo hay “ads managers” (expertos en avisos), diseñadores gráficos, periodistas y programadores, un grupo pensado para aprovechar “el truco: generar contenidos y explotar las aplicaciones”.
“Tengo diarios regionales y otros en varios países. Tengo uno para público latino en Estados Unidos, y también en Argentina, España, México, Perú y Paraguay, donde tengo más de uno. Con eso hacemos campañas en más de un país. A veces usamos los sitios que ya tenemos, a veces armamos los diarios”, algo que, según afirma, le resulta muy fácil.
“Un diario lo podemos crear en una hora. Tengo un ‘pool’ de periodistas que te llenan el diario con 20 o 30 artículos y después le vamos dando forma. Una vez que toma vuelo, lo convierto en un agregador de noticias (que recolecta información de otras fuentes, de forma automática, y la publica) y lo vuelvo a despertar cuando lo necesito”, detalla.
“Viene una persona y me dice que se quiere candidatear en una localidad, pongámosle Quilmes, por decir, donde no lo conoce nadie. Es un 4 de copas pero tiene plata. En vez de salir a poner fondos e ir a pelearse por una pintada o una folleteada, acude a mí y yo empiezo a generar tendencia sobre este posible candidato, por un monto inferior al de la acción clásica. Y yo por ese monto le llegamos tres veces al total de los habitantes de Quilmes. Primero es un tema de costos”, explica.
Y para ser más específico y claro, detalla “Viene el 4 de copas que se quiere meter en la conversación. Entonces publicás ‘El candidato a Intendente, tal cosa’, cuando en realidad ni siquiera es precandidato. Empezamos a hacer ruido y viralizamos por Facebook y Twitter, por ejemplo. Y en un momento, se empieza hablar de él”.
Según él mismo relata, aprendió de “armado político” en 2008, cuando le hacía la campaña al entonces intendente de un municipio. “Él sabía que con el 35% de los votos ganaba, y surgió la necesidad de generar más candidatos para repartir el siguiente 65% los votos. Me mandó a incentivar candidatos, me marcó cuatro o cinco, los levantamos, se presentaron y ganó por mayoría. Ahí aprendí el juego”, recuerda.
Entre otros de sus trabajos, cuenta que por ejemplo, en “la época de los colegios tomados. Hicimos cientos de audios falsos de WhatsApp para frenar corrientes, como chicos diciendo que los obligaban a parar”.
Además de la generación y distribución de contenidos, su trabajo se completa con el “listening”, como la posibilidad de “escuchar” lo que los habitantes de un barrio o una ciudad determinada comentan en la web.
Fuente : Telam
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