Por qué les decimos Pepe a los José y Pancho a los Francisco

En el caso de Pepe, la primera teoría sobre la derivación en este hipocorístico sostiene que durante sus primeros años, cuando eran una secta perseguida, el cristianismo usaba diferentes símbolos para identificar sus cosas sagradas. Así, entre ellos se identificaban con un pez, al espíritu santo con una paloma y a San José, como Pater Putativus, “el que podía ser considerado padre” de Jesús, el padre putativo de Cristo.

En los misales aparecería como «Sanctus Josefus Pater Putativo Christi» y, habiendo sido abreviado «Pater Putativo» en «P. P.», la gente leía «Sanctus Josephus, P.P. Christi», aún se mantiene así escrito en algunas paredes de las catacumbas y, de ahí, lo de Pepe.

Sin embargo, no es la única teoría. Otra dice que antiguamente una de las formas castellanas de José era Josepe, llegando a incluirse en algunos textos de los siglos XV y XVI. Así, al igual que en Italia Giuseppe derivó en Peppe, Beppe o Geppe, en España podría haber derivado por cercanía fonética.

El caso de Francisco y Paco es similar. El origen de Paco se remonta a San Franciso de Asís, fundador de la orden Franciscana y primer abad o, como ellos le llamaban, “Pater Comunitas”, Padre de la Comunidad. Por tanto, Paco sería el acrónimo de PAter COmunitas.

En cambio, Pancho es un hipocorístico derivado directamente del sobrenombre Paco, pero con transformaciones fonéticas.

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