Slackline, animarse a atravesar el cielo

El Slackline es uno de esos extraños y fascinantes deportes extremos que algunos se ven tentados a hacer pero no se animan y muy pocos se atreven a llevarlo a cabo, desafiando los límites del miedo. La gran mayoría de nosotros estamos del lado de los que no lo hacen ni lo harán nunca, por lo que nos queda la posibilidad de ver como lo hacen los demás e imaginarnos lo que sentiríamos.

El Slackline es una variante del Funambulismo, con la salvedad que en el caso del Slackline no se usan cuerdas ni cables ni ningún otro tipo de herramientas adicionales que ayuden a mantener el equilibrio sino que se debe caminar solo sobre una especie de cintas planas de máximo 50 milímetros de grosor, logrando el ansiado equilibrio por medio del cuerpo y las manos.

El video muestra una temeraria proeza captada por un drone que llevó adelante Théo Santon, un deportista francés especialista en Slackline, quien consiguió romper tres récords mundiales de la especialidad, esto al caminar sobre una cinta sujetada entre dos de las más imponentes formaciones rocosas de Castle Valley, Utah.

El evento lo desarrolló entre la Torre de Castletown de 2.029 metros de altura y la formación rocosa The Rectory de 2.001 metros.
El francés Santon se había sujetado con un arnés a un cable de acero que estaba junto a la cinta, pero no fue necesario utilizarlo, ya que la caminata la completó sin problemas.