Advierten que los tatuajes se filtran hasta los ganglios linfáticos

Los científicos han encontrado evidencias de la movilidad de los pigmentos del tatuaje y su acumulación en algunas zonas del cuerpo.

Los pigmentos de los tatuajes, tanto orgánicos como inorgánicos, viajan dentro del cuerpo en forma de micro y nanopartículas hasta llegar a los ganglios linfáticos, que se tiñen del color de la tinta, algo que puede ser riesgoso a largo plazo.

Por primera vez, los científicos han hallado evidencias del transporte de estos pigmentos junto con impurezas y elementos tóxicos a través del organismo. Además, el estudio, publicado en la revista Scientific Reports, ha obtenido también una información más profunda de las características de los pigmentos ex vivo –cultivos de tejidos biológicos en un ambiente artificial fuera del organismo- en tejidos tatuados.

Los ganglios se tiñen del color de la tinta

"Ya sabíamos que los pigmentos de los tatuajes viajan a los ganglios linfáticos porque veíamos cómo estos se tiñen del color del tatuaje, lo que no sabíamos es que lo hacen a un tamaño nano”, explica Bernhard Hesse, autor del estudio y científico del Sincrotón Europeo de Grenoble (ESRF), en Francia.

“Esto implica que pueden no tener el mismo comportamiento que las partículas de nivel micro, por lo que todavía no sabemos cómo reaccionan esas nanopartículas de los pigmentos”, continúa el científico.

El dióxido de titanio se deposita en la piel a tamaño micro pero llega a los ganglios en formato de nanopartículas

Los investigadores, de centros de investigación franceses y alemanes, advierten que todavía se tiene poco conocimiento sobre las impurezas que contienen las mezclas de color que se inyectan en la piel. La mayoría de las tintas de los tatuajes contienen pigmentos orgánicos, junto con elementos conservantes y contaminantes como níquel, cromo, manganeso y cobalto.

El ingrediente más común es el carbón vegetal, que tiene color negro. El segundo más utilizado es el dióxido de titanio (Ti02), utilizado también en aditivos alimentarios, que aporta el color blanco que se usa en la creación de sombras del tatuaje, combinándolo con otros colorantes. Este dióxido es el responsable de la lenta curación y la picazón que se asocia habitualmente a los tatuajes blancos y ahora, los investigadores han obtenido una imagen muy clara de la localización del dióxido de titanio una vez que atraviesa el tejido cutáneo.

A través de las mediciones de fluorescencia de rayos X ID21, los científicos encontraron dióxido de titanio del tamaño de varios micrómetros en la piel humana y tamaño nano en el medio linfático, lo que puede provocar un agrandamiento crónico de los ganglios linfáticos. Además, el estudio evalúa los cambios biomoleculares que producen las partículas de los tatuajes en las zonas próximas a él en el tejido de la piel, provocando alteraciones como la inflamación cutánea.

"Cuando alguien quiere hacerse un tatuaje, a menudo se preocupa mucho en elegir un sitio donde usen agujas estériles nuevas pero nadie verifica la composición química de las tintas”, explica Hiram Castilo, coautor de la investigación. “Sin embargo, los resultados de nuestro estudio muestran que tal vez sí debería preocuparse también por ello”, concluye.

Hasta ahora, los riesgos de los tatuajes se han estudiado sólo a través del análisis químico in Vitro de las tintas y sus componentes pero el siguiente paso de estos investigadores es examinar las muestras obtenidas de pacientes que hayan sufrido efectos adversos con el objetivo de profundizar en la relación que tienen las propiedades químicas y los componentes de las tintas con ellos.

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