El fin de año suele asociarse con celebraciones, reuniones y fuegos artificiales. Sin embargo, para muchos animales, especialmente los gatos, la pirotecnia no es motivo de festejo. Su sensibilidad auditiva y su percepción del entorno hacen que los ruidos fuertes e imprevisibles sean una fuente real de estrés, miedo y malestar. Entender cómo viven esta situación y qué podemos hacer para protegerlos es clave para cuidar su bienestar.
¿Por qué la pirotecnia afecta tanto a los gatos?
Los gatos tienen un oído mucho más desarrollado que el de los humanos. Pueden percibir sonidos de alta frecuencia y detectar vibraciones que para nosotros pasan desapercibidas. Los estruendos repentinos de la pirotecnia (explosiones, silbidos, detonaciones) resultan invasivos y desconcertantes.
A diferencia de otros ruidos cotidianos, los fuegos artificiales no siguen un patrón predecible. Esa imprevisibilidad genera una sensación de amenaza constante. El gato no puede anticipar cuándo terminará el ruido ni de dónde proviene, lo que activa su instinto de alerta y supervivencia.
Señales de estrés o miedo en gatos por pirotecnia
Cada gato reacciona de manera distinta, pero hay comportamientos frecuentes que indican que la pirotecnia los está afectando:
- Esconderse en lugares cerrados u oscuros.
- Maullar de forma intensa o inusual.
- Temblores o rigidez corporal.
- Aumento de agresividad o irritabilidad.
- Pérdida de apetito.
- Escape o intentos desesperados por huir.
- Micciones fuera del arenero.
En casos extremos, el estrés puede derivar en problemas digestivos, respiratorios o urinarios.

¿La pirotecnia puede ser peligrosa para los gatos?
Sí. Además del impacto emocional, la pirotecnia puede provocar situaciones de riesgo físico. Un gato asustado puede saltar por una ventana, escapar de la casa o lastimarse intentando esconderse. También puede sufrir taquicardia o episodios de pánico severo.
Por eso, la prevención es fundamental.
Consejos para cuidar a los gatos durante la pirotecnia de fin de año
1) Mantenlo dentro de casa: Asegúrate de que puertas, ventanas y balcones estén bien cerrados. Aunque tu gato sea tranquilo, el miedo puede hacerlo reaccionar de forma inesperada.
2) Prepara un refugio seguro: Deja disponible un lugar donde pueda esconderse (una caja, un armario abierto, una cueva para gatos). No lo obligues a salir. Ese refugio le da sensación de control y protección.
3) Reduce el ruido exterior: Cierra ventanas, persianas y cortinas. Encender la televisión, la radio o música suave puede ayudar a amortiguar los estruendos externos.
4) Mantén la rutina: Intenta respetar horarios habituales de comida y descanso. La rutina transmite seguridad y ayuda a reducir el estrés.
5) No lo fuerces ni lo castigues: Si tu gato se esconde o se muestra distante, respeta su espacio. Forzarlo a interactuar puede aumentar su ansiedad.
6) Usa feromonas sintéticas: Los difusores o sprays de feromonas felinas pueden ayudar a generar un ambiente más calmado. Conviene usarlos con anticipación, no solo el mismo día.
7) Consulta al veterinario si el miedo es intenso: En casos de fobia severa, el veterinario puede recomendar suplementos naturales o tratamientos específicos para reducir la ansiedad.

¿Sirve tranquilizar al gato con caricias?
Depende del animal. Algunos gatos se sienten contenidos con la presencia tranquila de su humano; otros prefieren estar solos. Observa su reacción. Lo importante es no transmitir nerviosismo, ya que los gatos perciben el estado emocional de quienes los rodean.
Un llamado a la conciencia
Cada vez más personas se preguntan si vale la pena celebrar con pirotecnia sabiendo el sufrimiento que provoca en animales, personas mayores y personas con hipersensibilidad auditiva. Optar por celebraciones sin estruendos es una forma de festejar con empatía y responsabilidad.
En resumen, los gatos sí sufren la pirotecnia. El ruido, la vibración y la falta de control generan miedo y estrés reales. Con medidas simples (prevención, refugio, contención y respeto por sus tiempos) podemos ayudarlos a atravesar el fin de año de una manera más segura y tranquila.
Cuidarlos también es parte de celebrar.
- Por Virginia Vallejo, veterinaria y fundadora de Hoteles de Gatos Mishmosos y Academia de Petsitting Buenos Aires, Argentina.
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