Hay que remontarse muchos años atrás para encontrar una tendencia mundial tan apabullante como la de los “fidget spinners”, unos pequeños juguetes de mano que se han ganado la fama de ser útiles para combatir la ansiedad y el estrés.
Los gadgets que enamoran a los chicos y hacen rabiar a los maestros -porque, dicen, distraen a la población estudiantil en las aulas de clase-, se consiguen fabricados en distintos materiales, como plástico o acero, y están conformados por un eje central con dos, tres o más brazos, los cuales terminan en unos aros con rodamientos que se hacen girar hasta que la paciencia se pierde (o se recupera).
Estos pequeños dispositivos de rodamiento parecen una cruza entre la cabeza de una máquina de afeitar eléctrica y las hojas de un ventilador de pie.
La historia de los Fidget Spinners
Su creadora es Catherine Hettinger, una mujer de Florida, Estados Unidos, quien contó en una entrevista con el periódico británico The Guardian, que el origen del juguete se remonta a un verano a principios de los años 90, cuando ella padecía miastenia gravis, una enfermedad autoinmune que no le permitía jugar con su hija.
Ahora, mientras que los fabricantes y los minoristas que están vendiendo las versiones modernas del juguete acumulan beneficios enormes, Hettinger, de 62 años, no ha podido capitalizar ni un centavo de su exitoso invento.
A pesar de confiar plenamente en el éxito de su producto, Hettinger mantuvo la patente de los hilanderos durante ocho años, pero la entregó en 2005 porque no podía pagar la cuota de renovación de 400 dólares.
Manos ociosas ocupadas
El concepto “Fidgeting” hace referencia a esa serie de comportamientos que las personas repiten al estar abocados a una tarea, los pequeños gestos o tics que realizamos mientras hacemos otra cosa, como dibujar garabatos mientras conversamos por teléfono o mover las manos de un modo determinado al hablar ante una gran audiencia.
Es una forma en la que mucha gente gasta energía y se desprende del nerviosismo que algunas cosas le provocan. Es por eso que algunos fabricantes de estos juegos dicen que sus productos pueden ser un antídoto para aquietar a los niños con trastornos de atención. Del mismo modo, sugieren que los niños con ansiedad y autismo pueden encontrar algún alivio con el movimiento repetitivo del juguete.
Un estudio de 2009 encontró que las personas que escriben notas a mano durante las clases, conferencias o presentaciones, entienden mejor que los estudiantes que simplemente escriben notas en una computadora portátil. Los estudiantes que tomaron notas en las computadoras portátiles podrían registrar más información, pero los estudiantes que escribieron notas a mano fueron capaces de procesar la información mejor.
Asímismo, realizar una acción repetitiva o automática durante una conferencia o durante la realización de otra tarea puede ayudar a retener más información. Otro estudio de 2009 encontró que las personas que garabatean durante un largo y aburrido mensaje telefónico retuvieron un 29 por ciento más información que las personas que lo hacen.
Opiniones encontradas
La investigación científica detrás de los beneficios potenciales de los fidgets spinners despierta algunas dudas, porque hay teorías pero la evidencia científica concreta es muy limitada.
John L. Bender, un médico de familia que vive en Colorado, EEUU, miembro de la junta directiva de la Academia Americana de Médicos de Familia, analizó el tema. Con respecto a estos gadgets, comentó: comparado con un sedante o incluso con otros modos de intervención, estos juguetes no son terriblemente ruidosos y, en su mayor parte, son tranquilos y no distraen a la gente del entorno”.
Pero para la consejera escolar Jennifer Horns, de Estados Unidos, se han vuelto un problema insoportable, como explicó a la cadena de radio pública NPR. “Los estudiantes siempre están sosteniendo el spinner en la mano y lo giran, usualmente en las mesas, y los niños lo mueven en el aire. Lo tratan de girar sobre sus narices y codos y tratan de jugar con él en todos lados… Es bastante molesto”, dijo Horns.
Una posición teórica con respecto a estos dispositivos es que usarlos puede mantener ocupado una parte del cerebro que, de no estar “ocupada” en eso, se distraería con pensamientos aleatorios. Imaginemos que el cerebro es una familia que necesita tomar una decisión importante: si los niños pequeños de la familia no están ocupados con juguetes, pueden exigir demasiada atención e interferir en la toma de decisiones.
Roland Rotz y Sarah D. Wright explican cómo el “fidget” puede evitar las distracciones propias del aburrimiento en su libro “Fidget To Focus: Outwit Your Boredom: estrategias sensoriales para vivir con TDAH”.
Usar un juguete en “modo automático” puede impedir que la mente esté ocupada por pensamientos obsesivos e insalubres
Sin embargo, para la psicóloga clínica Julie Schweitzer, del Instituto de Investigación MIND de la Universidad de California, los fidget spinners no ayudan a todos los niños por igual. En un estudio publicado en 2015 en la revista especializada Child Neuropsychology, esta psicóloga muestra cómo un grupo de chicos de entre 10 y 17 años afectados que padecen TDAH se desempeñaron mejor en una prueba de atención computarizada cuando más intensamente usaban un fidget spinner. Sin embargo, sus coetáneos sin esos problemas de atención no mejoraron su desempeño con estos juguetes.
La hora de la fama mundial
Pero sin detenerse a cuestionarse sobre lo sano o insalubre del uso compulsivo de este juguete, en sitios como YouTube los blogueros y youtubers acumulan millones de visitas a sus videos de trucos, y los sitios de ventas en línea ofrecen fidget spinners cada vez más novedosos y caros.
Mientras que la mayoría cuesta alrededor de 10 dolares, algunos ya superan los 1.000 dólares (claro que son los que vienen con luces LED de colores o con algún otro artilugio técnico que poco tiene que ver con las cuestiones propias del intento de reducir la ansiedad).
Consejos para su uso y trucos para lucirse
- Familiarizarnos con su pesoy su movimiento
Lo más inmediato debería ser acostumbrarnos a lo que pesa así como al tiempo que aguanta girando lo que va a depender del ritmo que le imprimamos o de la fuerza que le apliquemos. Sosteniéndolo con dos dedos, el pulgar y otro, lo haremos girar y podemos ir moviéndolo y dándole la vuelta a modo de práctica.
- Hacerlo girar sobre un dedo
Cómo si se tratara de una pelota de basquet, al fidget spinner es posible mantenerlo girando sobre un dedo. Hay que probar con este truco con paciencia porque deberemos encontrar el equilibrio entreel peso del objeto, su centro de gravedad y la fuerza que le demos para hacerlo rotar.
- Pasearlo por los dedos
Un truco un poco más sofisticado es el de pasearlo por los dedos de la mano. En este caso se puede sumar inclusive la opción de hacerlo pasar de mano en mano.
- ‘El Interruptor de Polaridad’
Este truco requiere mucha atención. En primer lugar hay que hacerlo girar sosteniéndolo con el pulgar y el dedo índice. Una vez que tiene una buena cantidad de velocidad, hay que lanzarlo en el aire, tratando de voltearlo. En su camino hacia abajo, hay que volver a atraparlo con el pulgar y el dedo índice, asegurándose que no deja de girar.