Según informó este jueves la Secretaría de Turismo (Sectur) de México, durante el año 2016 fueron unas 18.000 parejas latinoamericanas las que eligieron algún destino del Caribe mexicano para celebrar sus bodas.
La explicación de por qué está nueva moda está sumando adeptos tendría que ver con que los costos elevados de una fiesta en sus respectivos países se equipara con el costo de hacerla más pequeña en este lugar del mundo invitando solo a algunos intimos.
Agueda Iglesias, gerente de marketing de una cadena internacional de hoteles con fuerte presencia en esa zona explicó que “Los latinoamericanos suelen elegir este tipo de casamientos porque buscan hacer algo más íntimo con sus familiares y amigos cercanos, que muchas veces les resulta más económico que una fiesta de bodas tradicional en sus países de origen”, manifestó.
La devaluación de la moneda azteca en el último año fue uno de los motivos principales que hizo atractivo casarse durante un viaje de turismo en ese país, aunque la intimidad de las ceremonias y los lugares paradisíacos de esas playas también fueron determinantes a la hora de elegir el destino.
Dew Palladium Hotel Group, la cadena a la que pertenece Iglesias celebró 1.200 casamientos de parejas latinoamericanas en Punta Cana (República Dominicana) y México, con gastos promedio de 5.500 dólares.
Según expresó esta gerente de marketing en el informe de la Sectur, “la elección se debe a que en estos establecimientos las ceremonias tienen muy buena organización y las fiestas llegan a durar hasta tres días”.
Además destacó que las facilidades no sólo están en lo económico, sino también en la organización, ya que se las empresas ofrecen paquetes originales y cerrados que le permiten a los novios despreocuparse de todos los detalles”.
“Además, los invitados viajan para festejar la unión y aprovechan para disfrutar de unos días de vacaciones en el resort que eligió la pareja para festejar su boda”, remarcó Iglesias.