Tomando las premisas de la construcción de un laberinto pero también adquieriendo las características de una huella digital gigante este nuevo parque diseñado en Viena, capital de Austria fue ideado para respetar la distancia social que presumiblemente se nos exigirá en la próxima fase de la cuarentena o, lo que es lo mismo, cuando podamos -por fin- salir de casa.
“‘Parc de la Distance (tal es el nombre de este nuevo espacio verde) es un parque conformado por pautas de distanciamiento físico.” Dice Chris Precht, el arquitecto que lo proyectó.
Y agrega “Durante esta pandemia, todos los parques públicos en Austria se cerraron y nos preguntamos cómo se podría configurar un área pública de acuerdo con las reglas de distanciamiento social. ¿Y qué atributos positivos tendría un parque así después de que Covid19 termine?”
Para describirlo podemos decir que es un parque que ha sido dividido por altos arbustos, al mejor estilo laberíntico, que permitirían a las personas circular disfrutando de un gran espacio sin necesidad de estar amontonadas ni en contacto directo.
Anticipándose a la flexibilización de la cuarentena, Precht pensó en un parque que tendrá numerosas rutas divididas por setos de 90 centímetros de ancho para mantener una distancia física segura entre sus visitantes. Organizar las rutas en un patrón de remolino en forma de huella dactilar crea muchas rutas que se pueden usar simultáneamente.
Cada uno de los senderos de grava de granito rojo a través del parque tendrá alrededor de 600 metros de largo y permitirá que los visitantes desde el borde del parque hasta el centro, donde se ubicarían las fuentes, y viceversa.
Las puertas en las entradas y salidas a cada una de las rutas, que tomarían alrededor de 20 minutos para caminar, indicarían si una ruta está ocupada
“Un parque que ofrece algo único en una ciudad ocupada: 20 minutos de soledad. Un aislamiento temporal del público. Un momento para pensar, meditar o simplemente caminar solo en la naturaleza”, explica el arquitecto austríaco.
Si el jardín tiene un nombre francés, obviamente es un homenaje al estilo de los jardines barrocos franceses, de los cuales Versalles es el mejor ejemplo. Este estilo se basa en la simetría y el principio de poner orden en la naturaleza. Pero Chris Precht, fundador del estudio, también admite haberse inspirado en los jardines zen japoneses y su movimiento circular.
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“Hay una inspiración en los jardines zen japoneses” que se manifiesta especialmente en los movimientos circulares, que recuerda el rastrillado de gravas en este tipo de jardines, comenta Precht.
Una ciudad para acercarnos a nosotros mismos
El arquitecto reflexiona también sobre la percepción de los espacios al aire libre que nos hace tomar la actual situación de confinamiento. En este sentido, apunta los centros de las ciudades deberían poder ofrecer “posibilidades para escapar a la naturaleza”.
“En lugar de bancos, tráfico y bloques de oficinas, los centros de las ciudades deberían ser rediseñados para incluir parques, áreas silvestres y plantas”. A su entender, la falta de naturaleza es “un problema de muchas áreas urbanas y espero que el Parc de la Distance pueda ofrecer un escape”.
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