El espíritu de reciclaje y de refuncionalizar elementos que originalmente estaban previstos para otros usos ha ido imponiéndose y ganado terreno en innumerables sectores de nuestra vida.
Y en el ámbito del hogar, uno de los elementos que ha sabido imponerse y se ha ganado un lugar gracias a que permite múltiples transformaciones son los contenedores que se usan para transportar mercaderías en grandes barcos.
Los contenedores ya se usan como huertas urbanas, alojamiento de vacaciones, restaurantes e inclusive como casas de una o dos plantas.
Pero el nuevo uso, hasta ahora inexplorado, se lo dieron los diseñadores de la empresa canadiense Modpool, a quienes que se le ocurrió reconvertir estos gigantes metálicos en unas formidables piscinas domésticas que se instalan en apenas unos minutos.
Las piscinas de Modpools utiliza la rigidez estructural de un contenedor de envío modificado para proporcionar a los usuarios una pileta templada reubicable. “Configure su piscina en cuestión de minutos y aproveche el spa incorporado de Modpools” invitan desde el sitio web de la compañía.
Es que el calentador eficiente que estos contenedores traen incluido puede aumentar la temperatura del agua a 30 ° aún con temperaturas exteriores de 10 grados bajo cero. “Controle sin esfuerzo la temperatura, los chorros e iluminación desde su teléfono inteligente” proponen sus desarrolladores.
“Los contenedores marítimos están hechos para ser muy duraderos”, asegura Mark Kohlen, impulsor de la idea. Las piscinas están disponibles en dos tamaños: 2,4 × 6 metros y 2,4 × 12,2 metros. En ambos casos la profundidad es de 1,35 metros.
Otra de las opciones es subdividir una de las piscinas grandes para conseguir dos usos distintos en el mismo contenedor, por ejemplo agregando chorros de hidromasaje de un lado y dejando el otro espacio para uso normal.
Además, es un elemento que justamente vuelve a remarcar el beneficio que le aporta al medio ambiente: “Reutilizando un contenedor marino conseguimos reducir la huella de carbono”, aseguran sus creadores.
