Mucha imaginación nacida del deseo, algunos pocos aspectos prácticos, reflejo de sus aspiraciones y algo de empatía y sensibilidad social podrían ser las características que definen a los diseños que los propios chicos hicieron cuando en el marco de un estudio se les consultó sobre cómo les gustaría que sea su propio dormitorio.
Un pasadizo secreto para ir al baño por la noche sin que nadie se entere, un dinosaurio mueble, una cama con un agujero para tirarse desde arriba, el dormitorio ambientado como un vestuario de estadio de fútbol o una cama con un castillo son algunas de las espontáneas y originales respuestas que dio un grupo de chicos entre 5 y 8 años que participó de la investigación.
Según informa el diario ABC de España “Durante el estudio, se han entrevistado a 90 niños que respondían a cuestiones, en primer lugar, relacionadas con sus gustos (colores, animales, películas) para posteriormente conocer más a fondo su opinión sobre el aspecto del mobiliario infantil como su cama, librería, armario, etc., además de ropa de cama y otros elementos de decoración, como alfombras, murales, lámparas, pufs y muchos más”.
Y agrega que “Además se les solicitó durante el estudio, que realizasen un dibujo en papel sobre el aspecto que tendría el dormitorio infantil de sus sueños, iniciativa a la que se sumaron la inmensa mayoría de niños entrevistados. Todos querían participar y dar su opinión en este sentido”.