En Ringdalskogen, Noruega, han desarrollado la “casa piloto ZEB”, con la cual buscan generar conciencia y ponerla como ejemplo para el desarrollo de diseño ecológicamente consciente.
La obra es una residencia de una sola familia y está absolutamente pensada para el uso cotidiano de una familia tipo noruega, que de hecho generó el encargo al estudio Snøhetta, pero a su vez, está previsto también su uso como plataforma de demostración para promover la investigación y educación sobre viviendas que se identifican con producir más energía de la que importan.
El proyecto utiliza estrategias pasivas y activas para lograr los objetivos de rendimiento deseados, a la vez que se centra en el confort emotivo y sentido de bienestar para mantener las cualidades no cuantificables de una casa.
La residencia se caracteriza por un volumen ciego inclinado, intervenido con un vacío interno para crear un patio central. La superficie inclinada del techo cuenta con una matriz fotovoltaica integrada en el edificio, que es esencial para lograr la neutralidad de emisiones. Para mejorar la habitabilidad de la casa, la propiedad incluye una gran variedad de espacios que se pueden disfrutar durante todo el año, así como árboles frutales y un huerto para proporcionar la producción de alimentos a pequeña escala. Además, la propiedad cuenta con una piscina y ducha al aire libre, que se calefacciona por exceso de calor como por la energía generada por el sol.
El diseño de la residencia se adhiere a los estándares de las exigencias de los códigos de construcción vigentes en lo que respecta al uso de la energía, a la permeabilidad al aire, el aprovechamiento energético y lumínico de la luz del día, el acondicionamiento acústico y la calidez y la calidad del aire interior. Además, la estructura cumple con los requisitos para la clasificación ‘ZEB-OM’, que incluye la emisión cero de todos los materiales utilizados en el proceso de construcción y operación diaria, así como todo el equipo usado y previsto para su uso en la vivienda, incluyendo un vehículo eléctrico con un rango mínimo anual de 20.000 kilómetros.
Para evaluar el desempeño de la construcción y asegurar que mantiene los requerimientos de energía para la clasificación ZEB-OM, incluyendo un mínimo de 100% CO2 compensado, el proyecto será monitoreado y documentado durante todo el transcurso de su vida útil.
Para desarrollar este proyecto el estudio de arquitectos trabajó en colaboración con el centro de investigación sobre Edificios Cero Emisiones (ZEB, Zero Emission Building).