9 frases que sabotean tu entrevista — y cómo transformarlas en oportunidades de oro

Hay cosas que jamás deberías deberías decir en una entrevista laboral.
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Los procesos de selección de 2025 se han vuelto más sofisticados: los equipos de Talent Acquisition analizan tu discurso con la misma minuciosidad que un algoritmo de IA supervisa datos. Aunque cada empresa prioriza matices distintos —cultura, habilidades técnicas, potencial de liderazgo— existe un acuerdo casi unánime sobre ciertas expresiones que levantan una bandera roja inmediata. A continuación encontrarás las nueve frases que más daño hacen a tu candidatura, por qué resultan tóxicas y, sobre todo, cómo reemplazarlas por réplicas que proyecten investigación, seguridad y mentalidad de crecimiento.

1. “Así que ustedes están en el sector tecnológico…”

Por qué arruina el clima: es una afirmación obvia—equivalente a presentarte en una fiesta y decir “¡qué bueno, hay música!”. Transmite que tu investigación se quedó en la primera línea de Google.
Cómo lo percibe el reclutador: “Si no profundizó en nuestro modelo de negocio, ¿cómo se preparará para un cliente?”
Transformación ganadora:

“Vi que su plataforma lanzó X el mes pasado y ya acumula 200 000 usuarios. ¿Cómo planean escalar esa innovación sin comprometer la experiencia del cliente durante los próximos doce meses?”
Aporta valor porque… Demuestras conocimiento puntual, interpretas métricas e invitas al entrevistador a discutir estrategia, no titulares.

2. “¿A qué se dedica la empresa/el área?”

Por qué es un ‘auto-knockout’: indica pereza intelectual. Con la cantidad de reportes, podcasts y blogs corporativos disponibles, no investigar es imperdonable.
Cómo lo percibe el reclutador: “Si no entiende nuestro core, no podrá alinear sus objetivos con los nuestros.”
Transformación ganadora:

“Según su último informe de sostenibilidad, el equipo está priorizando Y para reducir la huella de carbono un 30 %. ¿Cuáles son los obstáculos más críticos y cómo podría mi experiencia en Z acelerar ese plan?”
Aporta valor porque… posicionas tu habilidad como respuesta directa a un reto real e inmediato.

3. “¿Qué les gustó de mi CV?”

Por qué transmite inseguridad: obligas al entrevistador a justificarte. Tu rol es articular tu propuesta de valor, no pedir palmaditas.
Cómo lo percibe el reclutador: “¿Necesitará siempre aprobación externa para sentirse seguro?”
Transformación ganadora:

“Quisiera profundizar en mi proyecto A, donde incrementé los ingresos un 18 % en nueve meses. Creo que ese enfoque ‘data-driven’ encaja bien con sus objetivos de expansión en la región.”
Aporta valor porque… lideras la narrativa y enlazas tu logro con un objetivo corporativo concreto.

4. “¿Qué habilidades creen que aporto?

Por qué es contraproducente: delegas el análisis al otro lado de la mesa.
Cómo lo percibe el reclutador: “Ni siquiera puede leer la descripción de puesto y mapear sus competencias.”
Transformación ganadora:

“Veo tres habilidades clave en la descripción —automatización de procesos, storytelling de datos y gestión cross-funcional—. Permítame contarle un caso donde integré las tres para reducir tiempos de entrega en un 25 %.”
Aporta valor porque… muestras lectura crítica y das ejemplos cuantificables.

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5. “Soy malo en [habilidad]”

Por qué te resta puntos: revela una etiqueta fija más que un área de mejora.
Cómo lo percibe el reclutador: “Si así se define, quizá no tenga resiliencia para aprender.”
Transformación ganadora:

“Mi enfoque en los últimos meses ha sido reforzar [habilidad] mediante un curso intensivo de Coursera y un proyecto personal que ya arroja resultados medibles. Me interesa perfeccionarla porque está directamente ligada a la eficiencia de este rol.”
Aporta valor porque… conviertes una debilidad en narrativa de aprendizaje continuo.

6. “Soy excelente en [habilidad]”

Por qué puede volverse en tu contra: suena a tope evolutivo y dispara escepticismo.
Cómo lo percibe el reclutador: “¿Se quedará en su zona de confort una vez contratado?”
Transformación ganadora:

“He obtenido resultados sólidos en [habilidad] —de hecho, optimicé un proceso que ahorró 120 horas-persona al trimestre— y sigo actualizándome con certificaciones para anticipar tendencias.”
Aporta valor porque… subrayas logros, pero integras humildad y sed de crecimiento.

7. “Me apasiona el… Excel”

Por qué suena extraño: pocas personas aman una herramienta per se; la pasión se orienta al impacto.
Cómo lo percibe el reclutador: “¿Se motiva por la herramienta o por el resultado?”
Transformación ganadora:

“Me apasiona transformar datos crudos en narrativas que guían decisiones. Excel —entre otras herramientas— me permite depurar la información y visualizarla de forma que incluso un equipo no técnico pueda actuar de inmediato.”
Aporta valor porque… conectas la herramienta con el propósito y hablas el lenguaje del negocio.

8. “En mi trabajo anterior no me gustaba cómo hacían X… ¿ustedes?”

Por qué genera tensión: criticar a antiguos empleadores sin contexto sugiere falta de diplomacia.
Cómo lo percibe el reclutador: “¿Hablará así de nosotros cuando se vaya?”
Transformación ganadora:

“En mi puesto previo identifiqué que el proceso X podía agilizarse aplicando la metodología Y. Implementarla redujo los cuellos de botella en un 20 %. ¿Cómo abordan ustedes esa fase actualmente?”
Aporta valor porque… señalas una mejora con datos, sin desmerecer a nadie, y abres la puerta a un debate productivo.

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9. “No tengo respuesta para eso”

Por qué es un bloqueo: rechazar la pregunta equivale a levantar la bandera blanca.
Cómo lo percibe el reclutador: “Bajo presión, se paraliza.”
Transformación ganadora:

“Es un tema que merece una respuesta detallada. ¿Puedo reflexionar unos segundos y plantear un enfoque preliminar? Si le parece, mañana le envío un esquema más completo con data de soporte.”
Aporta valor porque… muestras templanza, capacidad de reflexión y cumplimiento de compromisos posteriores.

Tres estrategias extra para prolongar una buena impresión

  1. Prep-work multinivel: investiga no solo la empresa, sino también la industria, la competencia y —si puedes— los perfiles de tus entrevistadores. Luego integra esa información en tus respuestas y preguntas finales.
  2. Storytelling con estructura STAR + IMPACTO: describe la Situación, la Tarea, la Acción y el Resultado, pero añade el “Impacto presente” —cómo ese logro se traduce en ventaja para el puesto actual.
  3. Follow-up de valor añadido: dentro de las 24 h envía un correo que recapitule los principales desafíos mencionados y aporte una idea o recurso que los ayude. No solo agradeces su tiempo; demuestras iniciativa y pensamiento consultivo.

Epílogo: conviértete en el candidato-solución

Las entrevistas modernas son menos interrogatorios y más hackathons de conversación: los reclutadores quieren saber si puedes identificar un problema y articular cómo lo resolverás. Cada frase que pronuncias es un indicador de tu mentalidad —¿te preparas? ¿aprendes? ¿creas oportunidades?—. Sustituye estos tropiezos verbales por respuestas ancladas en datos y visión a futuro, y saldrás de la sala no como un aspirante más, sino como la solución que estaban buscando.

¡Haz que tu próximo “¿tienes alguna pregunta?” sea la puerta de entrada a tu nuevo empleo!

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