Es tarea de todos iniciar de forma temprana a los chicos en los placeres y beneficios de la lectura. Quienes adquirieron el hábito desde niños pueden asegurar que empezar a leer cuentos infantiles es ingresar a un mundo de fantasía donde la imaginación vuela sin límites. Y cada vez nos atrapa más y más.
¿Pero cómo logramos que nuestros hijos se enamoren de los libros en una época donde las pantallas compiten por su atención? ¿Cómo hacemos que la lectura se convierta en un hábito placentero y no en una obligación? Aquí te comparto estrategias probadas que funcionan.
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La lectura: mucho más que entretenimiento
La lectura es mucho más que un lugar donde refugiarse, es despertar al placer de desear nuevos conocimientos. Es abrir puertas a mundos infinitos donde todo es posible. ¿Cómo hacer para incentivar a los niños a esta aventura fascinante?
1) Sé el ejemplo que quieres ver: la clave está en ti
El primer paso y el modo más efectivo es servirles de ejemplo. Si ellos perciben que en su entorno inmediato los libros son parte natural de la vida familiar, también serán para ellos algo cercano, reconocible, que los reconforte y les represente la tranquilidad y seguridad del hogar.
¿Cuándo fue la última vez que te vieron leyendo? Los chicos absorben todo lo que hacemos, no lo que decimos.
2) Libertad de elección: respeta sus gustos
A la lectura se llega por curiosidad y en libertad, nunca por imposición. La mayoría se inicia con historietas infantiles, revistas de interés para su edad o libros muy segmentados por edad y aficiones. Deja que elijan, aunque sea un cómic de superhéroes o una revista de animales. Lo importante es que lean.
3) Crea rituales mágicos: el poder de los horarios
Establecer horarios de lectura puede ser muy efectivo. Generalmente es la noche ese instante de paz perfecto para irse a la cama con un libro. Crea ese momento especial donde la lectura sea sinónimo de tranquilidad y conexión.
4) Habla de libros como quien habla de un tesoro
Hablar de libros también hará que sientan familiaridad con ellos. Cada vez que leamos algo relevante, compartamos con ellos lo que hemos descubierto. Convierte la lectura en tema de conversación familiar.
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5) La tecnología: de enemiga a aliada estratégica
Si no podemos contra ella, entonces usemos su poder a nuestro favor. Los adultos pueden descubrir que la tecnología es un arma fabulosa para acercar a los chicos a la lectura. Los e-books, las aplicaciones de lectura o los archivos que pueden leerse en una tablet pueden ser grandes aliados en esta misión.
6) Leer juntos: el momento más poderoso del día
Cada cuento que se lee le otorga a los chicos una variedad de nuevas experiencias con las que van incorporando conocimientos, sensaciones y apetitos de saber. Los padres que cuentan cuentos a sus hijos afianzan los lazos afectivos de una manera única e irreemplazable.
La lectura es mucho más que un lugar donde refugiarse, es despertar al placer de desear nuevos conocimientos
7) Sin presión: la lectura debe ser placer, no obligación
Hay que tener claro que la lectura no debe convertirse en una obligación agobiante. No les recordemos constantemente que “para poder estudiar deberán aprender a leer” porque se sentirán presionados en lugar de motivados, y será completamente contraproducente.
8) Alimenta su espíritu crítico: deja que piensen
La lectura enseña a pensar y a formar una actitud crítica, por lo que los chicos deben recorrer su propio camino en gustos, sensaciones, pensamientos y proyecciones de la historia. Si en un momento deciden continuar ellos la historia, no los obligues a guardar silencio. ¡Déjalos volar!
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Leer es un juego que ante todo debe ser divertido para ellos
El secreto final: leer desde el corazón
Leerles a los chicos no sirve si lo que buscamos es cumplir con un deber de padre por un rato. Leer es ampliarles el horizonte, pero el de ellos, no el nuestro. Es regalarles herramientas para que construyan sus propios sueños.
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