El Papa Francisco liberará el próximo domingo palomas de la paz en la frontera de Armenia con Turquía, para invitar a los dos países a una reconciliación histórica.
Francisco llegará el viernes al aeropuerto de Ereván pero, en lugar de dirigirse a la capital, se desplazará a Etchmiadzin, el sede de la Iglesia Apostólica de Armenia, donde recibirá el saludo del patriarca Karekin II.
Armenia es el primer país cristiano de la historia. El rey Tiridates se bautizó con todos sus súbditos el año 301, mucho antes de que Roma proclamase los edictos de libertad religiosa.
EL domingo a la tarde, en el histórico monasterio de Khor Virap, Francisco rezará por la paz y soltará dos palomas frente a la frontera con Turquía
El 12 de abril de 2015, en la basílica de San Pedro, dirigiéndose claramente a Turquía el Papa advirtió que “recordar el genocidio armenio es necesario. Es más, es un deber, pues donde no vive la memoria significa que el mal tiene todavía abierta la herida. ¡Esconder o negar el mal es como dejar que una herida continúe sangrando, sin medicación!”.
La intención del Papa es favorecer la reconciliación de Armenia no sólo con Turquía sino también con Azerbaiyán, intentando dejar atrás el conflicto fronterizo por Nagorno- Karabakh, territorio armenio que Stalin transfirió caprichosamente a la república vecina en 192
La novedad de este viaje es que el Santo Padre se desplazara el sábado a Gyumri, la ciudad en que la minoritaria presencia católica es algo más fuerte, para celebrar la misa en la nueva catedral y visitar un convento-orfanato dirigido por las Hermanas de la Inmaculada Concepción.
El programa del sábado por la tarde, ya en la capital, incluye un encuentro de oración ecuménica por la paz con decenas de miles de personas en la plaza de la Republica.
Francisco asistirá el domingo a la divina liturgia celebrada por el patriarca Karekin II, quien le acompañará por