1. Jakub Blaszczykowski
Este mediocampista nacido en Polonia tuvo que crecer con un trauma que él mismo admite que todavía hoy no ha logrado superar. Siendo muy chico, a los diez años, él y su hermano fueron testigos de como su padre mató a puñaladas a su madre. Su vida nunca fue fácil y muchas veces intentó dejar el futbol, pero su tío, ex futbolista, le convenció para que continuara. Desde entonces siempre señala el cielo cada vez que marca un gol.
2. Carlos Tévez.
Apenas tenía diez meses de vida cuando una olla con agua hirviendo se le cayó encima y le quemó el cuello y la cara. Ante la desesperación, sus padres lo cubrieron con una frazada y eso solo complicó las cosas, porque la frazada quedó pegada en su piel. Poco a poco se fue recuperando, pero a los 5 años su padre fue asesinado en un tiroteo y después de esto su madre le abandonó. “Carlitos” es hoy uno de los héroes más populares entre los fanáticos del futbol.
3. Cuadrado.
Este muchacho colombiano solo tenía 4 años cuando un grupo armado asaltó su casa y su madre le gritó para que se escondiera debajo de la cama. Cuando pararon los disparos y salió de su escondite, vió a su padre acribillado. Desde ese día su madre se dedicó a trabajar y estudiar para poder sacar la familia adelante. Cuadrado se pasaba el día en la calle jugando a fútbol. Uno de esos días un camión le atropelló sin graves consecuencias y su madre decidió esconderle los botines de fútbol. Cuadrado insistió y llegó a las ligas de Europa como profesional.
4. Mario Balotelli.
Mario es una muestra de lo que sufren miles de familias de inmigrantes africanos en Europa. Nació con graves problemas de salud, sus padres ghaneses y sin recursos decidieron mudarse de Palermo a Brescia buscando una oportunidad. Pero la situación no mejoró y Mario se pasó sus dos primeros años de vida en un hospital, así que decidieron entregarlo a los servicios sociales, hasta que una familia lo adoptó. Desde entonces pasó toda su infancia pegado al balón y con 16 años consiguió fichar por el Inter de Milán.
5. Franck Ribéry.
Con dos años, cuando iba en el coche con su padre, sufrió un grave accidente de tráfico. Franck salió despedido por el parabrisas del coche y el impacto le provocó las cicatrices que hoy conserva. Desde entonces los niños se burlaban de él, pero eso le hizo más duro. Problemático, y de difícil carácter, se pasó toda la infancia en la calle jugando a fútbol, pero fue expulsado del instituto, lo que provocó que empezara a ganarse la vida como albañil. Continuó jugando a fútbol, en 2002 conoció a su mujer y desde ese momento empezó a enderezar su carácter.
6. Javad Nekounam.
El que fue centrocampista del Osasuna español y capitán de la selección iraní debió sufrir mucho para llegar tan lejos. Cuando era chico jugando en su casa con su hermano provocaron accidentalmente un incendio del cual sobrevivieron de milagro. Nekounam todavía conserva muchas cicatrices en sus piernas de ese incidente. Desde el incendio se convirtió en un niño introvertido que solo jugaba con el balón. Por si fuera poco, Irán entró en guerra con Irak, él solo recuerda jugar a fútbol y ver los misiles sobrevolar el cielo y los disparos de los ejércitos. A pesar de todo consiguió triunfar y conseguir ser el primer futbolista iraní en jugar en la mejor liga del mundo y en un club que siempre será recordado.