La guerra de Ucrania está generando un éxodo sin precedentes. Muchos ucranianos se ven obligados a emigrar de su país de origen y buscar lugares más seguros para seguir viviendo, en su mayoría mujeres y niños. Sin embargo, no siempre es fácil encontrar hoteles disponibles o algún lugar para quedarse por un tiempo. Por eso hay cada vez más iniciativas para ofrecerles un refugio hasta que pase lo peor.
Un refugio para Ucrania
Ante la urgente necesidad de lugares que reciban ucranianos, lanzaron un proyecto que busca conseguirles a los refugiados un techo para poder instalarse temporariamente. A través de una página web, los interesados pueden ponerse en contacto con anfitriones voluntarios que dispongan de habitaciones o lugares para recibir a las personas afectadas por los ataques.
En ese sentido, aquellas personas voluntarias que cuentan con espacios disponibles pueden anotarse en la lista del sitio web del proyecto, brindando la información necesaria, como la dirección de la localidad y datos de contacto. Por su parte, cuando los refugiados quieran buscar alguna vivienda, solo bastará con ver la página y elegir alguna de las opciones disponibles.
A su vez, estas personas deben brindar información acerca del número de personas que se desea refugiar: si es una familia muy grande, muy pequeña, si hay niños, si hay personas con alguna discapacidad o si cuentan con una mascota. Este tipo de información sirve para conseguir rápidamente un anfitrión que cuente con las condiciones necesarias para cada caso.
Es así que la iniciativa Ucrania Take Shelter busca generar conexiones dinámicas y fáciles de entender para darles una mano a todas esas personas perjudicadas por los ataques rusos en Ucrania.
Cómo se hizo el proyecto
Este proyecto fue desarrollado por dos jóvenes estudiantes de Harvard, Avi Schiffmann y Marco Burstein, que buscaban aportar su granito de arena a la gravísima situación europea.
Si alguien tiene un sofá disponible o incluso una casa completa, puede publicarla en el sitio y mantener a toda una familia. Lo que hemos hecho es lanzar una versión simplificada y súper rápida de Airbnb.
Emprendedores y solidarios, los jóvenes aprovecharon las herramientas tecnológicas actuales para diseñar un sitio web que funcione como punto de encuentro y vía de comunicación y colaboración.
El proyecto arrancó el 3 de marzo y en una semana más de 4.000 personas de diferentes localidades estaban ofreciendo alojamientos a través de la página web.
La página web se encuentra disponible en 13 idiomas, para que personas de todo el mundo puedan colaborar y hacer una buena causa ante el doloroso contexto.
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