Las impresiones 3D ya son parte de una revolución imparable que transforma todas las capas de la vida, y este nuevo diseño hogareño está cambiando las reglas de juego de las viviendas en las zonas pobres y la arquitectura global.
El proceso de construcción es simple, la estructura es robusta y la casa se puede ejecutar por una fracción de los costos actual, en mucho menos tiempo. Si bien hay muchas otras casas impresas en 3D, ninguna de ellas incluye ventajas tan claras para el trabajo social.
Impreso con cemento por una impresora “vulcan”, esta vivienda-refugio se puede imprimir por 10.000 dólares en tan solo 12 horas, pero se estima que pronto costará solo 4.000 doláres. Esto tiene el potencial de impulsar la producción de viviendas económicas y confortables en áreas de pobreza extrema que no pueden producir refugios lo suficientemente rápido.
El proyecto es una empresa compartida, que combina los esfuerzos de “Icon”, una empresa innovadora de soluciones de construcción, y un nuevo emprendimiento sin fines de lucro llamado “New Story”, que se especializa en problemas globales de vivienda.
El primer prototipo oficial se acaba de construir en Austin, Texas, el 12 de marzo de 2018. Jason Ballard, uno de los fundadores de Icon, lo habitará temporalmente para estudiar los problemas que pudiera presentar, y analizando los procesos de impresión antes de que las casas se impriman en varios medios.
La impresión comenzará en El Salvador, luego continuará en Belice y Haití. No solo es una gran victoria en la batalla contra la pobreza y la pobreza, también es un paso notable en el mundo de la arquitectura.
Si bien no es el primer diseño de la casa impreso en 3D, una vez más marca la tendencia progresiva hacia el futuro de la construcción, un futuro en el que la impresión 3D y otros métodos de construcción no humana son cada vez más viables.
Fuente: designboom