Después de la terrible y dolorosa dictadura que vivimos durante un período de siete años, el 10 de diciembre de 1983 la historia dio un giro y los argentinos volvimos a tener sueños. Raúl Alfonsín renovó las esperanzas luego de tanta oscuridad.
El escogido para su asunción no fue un día cualquiera. El 10 de diciembre de 1948 la ONU declaró que ese día en todo el mundo sería el elegido para conmemorar el Día de los Derechos Humanos. En el documento se expresan los derechos inalienables inherentes a todos los seres humanos, sin discriminar raza, color, sexo, religión, idioma, opiniones políticas, sociales, orígenes nacionales o lugar de nacimiento.
No es casual que ese mismo día haya sido el elegido por Raúl Alfonsín para asumir y comenzar a cambiar la historia, dejando atrás una de las peores épocas que atravesó nuestro país.
Hoy, 37 años más tarde, recordamos ese día como el inicio de un camino que aún está en plena construcción. Falta mucho por recorrer, por hacer y es la participación y compromiso de todos el que hará posible una verdadera democracia donde nos podamos realizar como ciudadanos.
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