Los “techos verdes”, concepto que se refiere a tener terrazas ajardinadas en edificios ubicados tanto en entornos naturales como en el centro de una ciudad han cobrado notoriedad en los últimos tiempos.
Esta tendencia no implica tener macetas con plantas en la terraza, sino que se refiere a una tecnología especifica que permite realizar cubiertas enteras con vegetación en su superficie.
En un estudio reciente sobre el impacto de estructuras verdes en la zona de Mánchester los investigadores comprobaron que los techos verdes ayudaban a bajar las temperaturas especialmente en zonas urbanas: “agregar techos verdes a todas las estructuras puede tener efectos dramáticos en la temperatura de la superficie, manteniendo la temperatura por debajo de los promedios de los años 1961-1990…
Los techos verdes tienen mayor impacto… donde la proporción de edificios es alta y la proporción de evaporación es baja. Por lo tanto la mayor diferencia ocurre en el centro de las poblaciones.”
Los techos verdes modernos colocados deliberadamente para mantener vegetación en un medio de cultivo son un fenómeno relativamente reciente. Sin embargo los países escandinavos han usado techos de pasto por muchos siglos.
Localizado en la ciudad de Rotterdam, “Yourtopia” actúa como un refugio tranquilo y misterioso de la ciudad, un escondite secreto para la contemplación y el descanso. El estudio de arquitectura “SeARCH” (Buscar) con sede en la ciudad de Amsterdam ha sido encargado por el Instituut Nieuwe Het para completar un pabellón temporal, ubicada dentro de los terrenos del famoso centro de exposiciones de la histórica Casa Sonneveld.
La estructura en forma de cúpula tiene un exterior completamente cubierto de hierba, la perfecta integración en el paisaje existente. Dentro del espacio cavernoso, crece hacia el cielo un conjunto de variedades exóticas y exuberantes convirtiendo ese espacio en una pequeña selva tropical, recogiendo un montón de luz de una ventana circular en el techo.
El proyecto hace referencia a hábitats nómadas tradicionales como el iglú y la yurta. La innovadora estructura de acero abarca 14 metros de diámetro a través de la hierba que se concibe como un espacio de vida del siglo 21 (el cual es tan personal como utópico). Un pequeño túnel de hierro conduce a los visitantes a la entrada del pabellón real, donde, una vez dentro, se encuentran con plantas y árboles extraños y desconocidos que evocan la sensación de un paraíso tropical.
Los pisos y techos blancos forman un medio ambiente limpio y tranquilo, invitando a los participantes a relajarse y experimentar el espacio lleno de sol. La luz entra libremente a través de una ventana de techo, brillando hacia y entre la vegetación. Hamacas instaladas en todo el volumen cuelgan y se ciernen en el pabellón, mejorando aún más la serenidad de la escena.
Los pisos y techos blancos forman un medio ambiente limpio y tranquilo, invitando a los participantes a relajarse y experimentar el espacio lleno de sol. La luz entra libremente a través de una ventana de techo, brillando hacia y entre la vegetación. Hamacas instaladas en todo el volumen cuelgan y se ciernen en el pabellón, mejorando aún más la serenidad de la escena.