Fiel a la misión de salvar a su princesa, el fontanero Super Mario cumple el 13 de septiembre 40 años, consolidado como el mayor referente cultural de la industria del videojuego y símbolo imperecedero de una Nintendo que atraviesa uno de sus mejores momentos tras el fenomenal éxito de Switch.
En cuatro décadas, Mario no se ha afeitado el bigote, ni se ha cambiado mucho de ropa y apenas ha articulado tres frases más: rescatar al ser amado de las garras de un villano sigue sin dejar mucho tiempo para florituras. Pero, entregado a su convicción aventurera, ha sido capaz de conquistar nuevos mundos, desde dispositivos móviles hasta la gran pantalla de Hollywood.

Ha vendido más de 450 millones de videojuegos, inspiró una película que recaudó más de 1.300 millones de dólares mundialmente, y ha terminado por ser un icono universal de la cultura popular: su figura lo mismo decora parques temáticos en Japón que protagoniza desfiles del día de Acción de Gracias en Nueva York. ¿Cómo es posible que un fontanero bajito, feo y callado haya logrado esta proeza en una sociedad hiperconectada que premia la inmediatez y la espectacularidad?
El secreto de cuatro décadas
“Su éxito y relevancia cultural trascienden generaciones porque representa valores atemporales: la perseverancia, la bondad y la aventura”, ha indicado la directora de contenidos de la revista especializada “Level Up Gaming”, María Fernández.
“Mario es como un lienzo en blanco: tiene suficientes características para hacerlo reconocible (el bigote, la gorra…), pero cada jugador puede proyectar en él sus propias aspiraciones y recuerdos. No habla mucho, no sabemos realmente de dónde es ni qué hace un fontanero en mundos de fantasía… y precisamente esa ambigüedad es su fortaleza.”
Para Carlos Mendoza, analista senior de la consultora Digital Entertainment Research, no hay duda: “sus juegos —ya son más de cien títulos en el mercado— siguen siendo divertidos desde el primer segundo y entretienen por igual a jugadores de 5 y 50 años”.
Se trata de experiencias de habilidad que huyen de la frustración y carecen de violencia, características defendidas hasta la saciedad por su creador original, Shigeru Miyamoto, y mantenidas por el actual director de la franquicia, Koichi Hayashida.
“El talento de Nintendo y su compromiso obsesivo con la calidad son legendarios: jamás se permiten bajar el nivel con Mario. Cuarenta años de lanzar grandes juegos son una barbaridad, no conozco ninguna franquicia tan consistente ni siquiera en el cine”, destaca Fernández.
Mendoza, que ha cubierto la industria durante dos décadas, concibe a Mario como un “estandarte de excelencia” capaz de reinventarse sin prisas ni experimentos descabellados. “Tiene una naturaleza absolutamente camaleónica. Mario no es nada en concreto, decimos que es fontanero pero fontanería es prácticamente lo único que no ha hecho y ¡técnicamente se inventó como un carpintero! Lo mismo corre por galaxias que explora reinos subterráneos, igual participa en olimpiadas que construye niveles con sus propias manos”, dice Fernández. Según la especialista, se ha adaptado a todo tipo de mecánicas y plataformas, llegando así a audiencias completamente distintas en cada era.
13 de septiembre de 1985: nace una leyenda
Un 13 de septiembre de 1985, cuando la industria del ocio interactivo atravesaba una crisis de confianza, vio la luz “Super Mario Bros.”, un título revolucionario que redefinió el concepto mismo de videojuego. Aunque Mario ya existía antes: su personaje apareció por primera vez en “Donkey Kong” (1981), un título para máquinas recreativas. Las limitaciones tecnológicas de la época fueron las responsables de su estilo icónico —gorro, mono y enorme bigote—, que ha mantenido intacto pese a cuatro décadas de avances tecnológicos.
Sólo sabemos de él que es un fontanero que se convierte en héroe por amor. “La narrativa siempre ha tenido un papel secundario frente a la jugabilidad y la diversión pura. Mario es como decir ‘soy tan entretenido que no necesito contarte mi biografía para que disfrutes conmigo'”, ha explicado Mendoza.
El renacimiento de la década actual
Mientras que en 2015 las cuentas de Nintendo se resentían por el fracaso comercial de Wii U, la década de 2020 ha marcado un renacimiento espectacular. Nintendo Switch ha vendido más de 130 millones de unidades, convirtiéndose en una de las consolas más exitosas de la historia. “Super Mario Odyssey” redefinió la fórmula de Mario en 3D, mientras que títulos como “Super Mario Maker 2” democratizaron la creación de niveles.
El salto a otros medios ha sido igualmente espectacular. La película “Super Mario Bros.” de Illumination Entertainment se convirtió en 2023 en la segunda película de animación más taquillera de todos los tiempos, mientras que Super Nintendo World en Universal Studios ha materializado los mundos de Mario en experiencias físicas inmersivas.
El futuro de un icono
Nintendo finalmente cumplió las predicciones de hace una década y llevó a Mario a dispositivos móviles con títulos como “Super Mario Run” y “Mario Kart Tour”, aunque manteniendo el control creativo que caracteriza a la compañía.
“Mario ya no solo representa a Nintendo, es prácticamente un embajador cultural de Japón y un símbolo universal de la diversión interactiva”, ha señalado Fernández. “Su capacidad de adaptación es sobrenatural: ha sobrevivido al cambio de píxeles a polígonos, de televisores a pantallas táctiles, de experiencias solitarias a mundos compartidos online.”
Mendoza ha apuntado que Mario seguirá evolucionando hacia nuevas tecnologías emergentes. “Realidad virtual, inteligencia artificial, lo que sea que venga después… Mario estará ahí. No sólo por nostalgia, sino porque su diseño fundamental —mecánicas simples pero profundas— es inmune al paso del tiempo.”
“Va a sobrevivir otros 40 años, de eso no tengo la menor duda. No sé si jugaremos con él en gafas de realidad aumentada o en mundos completamente virtuales, pero sabe reinventarse como nadie y Nintendo seguirá sabiendo cuándo Mario tiene algo nuevo que ofrecer”, ha concluido Fernández.
Mientras tanto, en 2025, Mario sigue saltando, sigue rescatando princesas y sigue demostrando que los verdaderos héroes nunca pasan de moda. Vayas donde vayas, Mario, felices 40.
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