En una residencia de ancianos de Austria, al entrar en la habitación de una anciana de 85 años que acababa de fallecer, quienes cuidaban a la señora se encontraron con casi un millón de euros cortados prolijamente y con dedicado esmero con una tijera que yacía, victoriosa, al lado del cuerpo de la mujer.
La mujer había destruido 950.000 euros en billetes de 100 y 500 euros, así como sus libretas de ahorro, según confirmó a la agencia AFP la fiscalía de la ciudad de Wiener Neustadt, a 45 km de Viena, capital de Austria.
La mujer, que había sido llevada a la residencia de mayores solo cinco días antes de su muerte, rompió los billetes para que sus herederos, que habían decidido mandarla a un asilo, no recibieran nada
Su presunta venganza, sin embargo, podría quedar en un mero gesto de revancha y enojo, sin mayores consecuencias económicas: según el Banco Nacional de Austria, puede reemplazar los billetes destruidos.
“Si los herederos encuentran solo fragmentos de billetes y el origen del dinero es comprensible, podemos sustituirlo totalmente”, comentó Friedrich Hammerschmidt, del Banco Nacional austriaco, al diario Kurier, de la ciudad donde vivía la mujer.
Según el hombre, “podría haber sido destruido por alguien que sufriera una situación mental excepcional o que ya no estuviera en su sano juicio. Si no pagáramos el dinero, estaríamos de hecho castigando a la gente equivocada”, comentó. Controvertido, ¿no?