En la Ciudad Vieja de Jerusalén, en la Iglesia del Santo Sepulcro, está el lugar más sagrado para el cristianismo: la tumba de Jesucristo cuyo mármol principal permaneció sin tocarse desde 1555.
Un equipo de National Geographic está grabando los trabajos de restauración que se realizan en ese lugar sagrado para miles de millones de personas.
El mármol eterno ha sido removido
“El revestimiento de mármol de la tumba fue retirado, y nos sorprendió por la cantidad de material de relleno debajo de ella”, explicó Fredrik Hiebert, arqueólogo de la misión.
“Será un análisis científico largo, pero finalmente seremos capaces de ver la superficie de la roca origina en la que, según la tradición, se colocó el cuerpo de Jesús”
El cuerpo de Cristo, luego de su crucifixión en el año 33 de la era cristiana, fue depositado en una cueva de piedra caliza, según explica la tradición. Después de su muerte, los cristianos creen que su mesías resucitó y que su cuerpo pudo salir de ese sepulcro custodiado por soldados romanos.
La restauración está a cargo de un equipo de científicos de la Universidad Técnica Nacional de Atenas. Los arqueólogos trabajan sobre una estructura conocida como edículo que, junto con la tumba interior, están en proceso de recuperación.
“Estamos en el momento crítico para la rehabilitación del edículo”, indicó Antonia Maropoulou, directora del grupo científico.
Un análisis de la roca en donde se depositó el cuerpo de Jesús podría contribuir a comprender tanto la forma original de la cámara sepulcral como también cómo evolucionó a través de los años este lugar de veneración.
“Las técnicas que estamos usando para documentar este monumento único permitirán al mundo estudiar nuestros hallazgos como si ellos mismos estuvieran en la tumba de Cristo”, agregó Moropoulou.